«Instituto religioso femenino de derecho pontificio  aprobado el 8 de diciembre de 2010 por la Sede Apostólica». Ésta es la ‘identidad’ de Iesu Communio, según se explica en su web. En esta misma página, www.iesucommunio.com, se ofrece a las personas interesadas en participar en la Eucaristía o en sus celebraciones, o en tener encuentros con la Comunidad, a que contacten por teléfono para horarios y acogida. Para ello, da a conocer tanto las direcciones como los teléfonos de sus sedes de La Aguilera y Lerma. Éste parece ser el primer paso de estas religiosas hacia una mayor apertura social. Yes que hasta ahora, el acceso a sus celebraciones estaba restringido únicamente a familiares, amigos  o personas cercanas a ellas. Para el resto, la participación en estos actos era imposible.

En este sentido, el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, reconoce a este periódico que «todo el que va a los encuentros de Iesu Communio sale muy gozoso de haber participado», de ahí que           -asegura- estas religiosas están barajando «construir una capilla un poco más adecuada en La Aguilera, que posibilite el que puedan participar más personas de esos momentos de oración». En la misma línea, añade que «igual que muchos han presenciado la eucaristía con motivo de profesiones o pasos, quizá también puedan tener una experiencia de oración con ellas».  Y es que ahora este tipo de actos tienen lugar en el interior del claustro de La Aguilera «y es un oratorio muy pequeño».

Tras la explosión de vocaciones registrada antes de su escisión de las Clarisas, el número de quienes forman la comunidad se está manteniendo. De hecho, el propio arzobispo asegura que hay actualmente 222. «Creo que están ralentizando el ingreso de algunas nuevas, no para negarlo, sino para fortalecerlas, conocerlas y formarlas en el periodo previo. Porque si no, una vez dentro, con tantas formadas, se pueden atosigar. Una familia tiene que ir digiriendo el proceso», detalla. En todo caso, añade que el último fin de semana hubo una ‘profesión temporal’ y el del 5 y 6 de abril, una ‘profesión perpetua’.

Para quienes desconocen estos términos, cabe señalar que la profesión religiosa se da cuando tras un periodo (noviciado) de conocer el carisma, la historia, espiritualidad, de una orden/instituto religioso se opta libre y conscientemente por ser religioso o religiosa. Es entonces cuando se hace la ‘primera profesión’. Posteriormente, ésta se convierte en profesión temporal, que requiere renovarse  cada año, el mismo día que se haya hecho la primera profesión. Dependiendo de la congregación, se va renovando esa voluntad de seguir en la congregación por un periodo de entre cinco y nueve años. En esta primera profesión se asumen por primera vez y públicamente los votos de pobreza, castidad y obediencia (algunas órdenes añaden algún otro). Pasado ese tiempo, se realiza la llamada ‘profesión perpetua’ a través de la cual se logra el compromiso definitivo, de por vida, con Dios y con su instituto religioso.

Gil Hellín reconoce también que aunque la cifra de vocaciones no ha ido a menos, sí ha habido alguna religiosa que ha salido. «Quizá eso les ha llevado a subrayar ese proceso previo del que hablaba antes, con el fin de que no se quede en un entusiasmo pasajero».

Por lo que respecta a cómo ve el futuro de Iessu Communio, el arzobispo recuerda que él es su «responsable» ante al Santa Sede», lo que supone que cada año elabore un informe al respecto. «Ese encargo se me dio por un periodo de cinco años y a finales de 2014, llegaremos al cuarto». Por eso, si todo transcurre con normalidad, en 2015 podrán tener autonomía total:«Y lo que veo es que la coherencia de vida que están llevando con el carisma que han manifestado, se están siguiendo».

EXPANDIRSE

Respecto a la posibilidad de que puedan establecerse en otros lugares, Gil Hellín lo tiene claro:«Antes o después, es lógico que se dividan. Su estilo de vida y entrega a Dios lleva a que no vayan a ser en el futuro comunidades pequeñitas, sino suficientemente numerosas». Sin embargo, agrega que «ahora no están en disposición de meterse en la adquisición de un inmueble, aunque sea viejo». Yes que hay que tener en cuenta que, como dejan claro en su página web, «las hermanas nos mantenemos gracias al trabajo artesanal de nuestra repostería». Y precisamente brindan, a todo el que quiera, la posibilidad de poder adquirir sus productos, no sólo en sus conventos, sino también a través de internet: «La selección de los mejores ingredientes y una elaboración cuidada, llena de paciencia y dedicación han hecho que nuestros productos sean apreciados por su exquisitez». De momento, sólo podemos poner ‘voz’ a sus palabras a través de lo que ellas expresan vía web, porque aunque este periódico ha intentado hablar con alguna de sus responsables, optan por guardar silencio. «Nuestro deseo es no aparecer en los medios de comunicación», apunta una portavoz, que declina cualquier declaración tras comentar a la Madre Superiora la invitación de Diario de Burgos.