Abre al tráfico la variante de Santa María Ribarredonda de la N-I, de 4,2 kilómetros, tras una inversión de 12,3 millones

DB / Burgos
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Asimismo, continúan las obras en el enlace con la N-232 que, según el Ministerio de Fomento, se completará en los próximos meses

El Ministerio de Fomento abrió hoy al tráfico la nueva variante de Santa María Ribarredonda, en la carretera N-I, en Burgos, según informaron fuentes ministeriales. El presupuesto total de esta obra asciende a 12,36 millones de euros. Con la puesta en servicio de la variante se mejora sustancialmente la calidad de vida de los vecinos de la localidad, al evitarse ya el intenso tráfico que circulaba diariamente por la antigua travesía de la carretera N-I, una media de 8.000 vehículos al día, de los que casi 4.000 eran pesados. A partir de ahora, la antigua N-I quedará sólo como vía para tráficos locales.

Asimismo, durante los próximos meses continuarán las obras para completar el enlace de esta nueva variante con la carretera N-232, que servirá de conexión con Santander y de acceso al término municipal de Cubo de Bureba. El Ministerio de Fomento mantiene su compromiso con la mejora de la N-I al estar en ejecución en estos momentos obras como el acondicionamiento del trazado entre Monasterio de Rodilla y Cubo de Bureba, y la rehabilitación del firme entre Burgos y Monasterio de Rodilla, así como entre Cubo de Bureba y Miranda de Ebro.

La variante de Santa María Ribarredonda es una carretera de nuevo trazado de 4,2 kilómetros de longitud que se sitúa entre el punto kilométrico 294,7 y el 298,9 de la carretera N-I. Discurre al sur de esta localidad por los términos municipales de Cubo de Bureba, Villanueva de Teba, Pancorbo y la propia Santa María Ribarredonda.

Se trata de una carretera de calzada única, con dos carriles de 3,5 metros (uno por sentido de circulación), arcenes de 2,5 metros y bermas de 0,75. El trazado permite desarrollar velocidades de 100 kilómetros por hora. Se construyen dos enlaces a distinto nivel; el enlace con la carretera N-232, que se dirige a Santander, y el enlace de Santa María Ribarredonda, que permite el acceso a esta localidad y reponer caminos agrícolas interceptados por el trazado de la variante.

A lo largo del trazado se han construido cinco pasos superiores y un paso inferior que dan continuidad a las carreteras y caminos interceptados por la carretera, así como dos puentes, sobre los ríos Silanes y Rosales, y quince caños de hormigón que aseguran el drenaje en las vaguadas interceptadas por la nueva carretera. Las obras se completan con la señalización, balizamiento y la instalación de barreras metálicas de seguridad y pretiles en puentes.

Entre las medidas de prevención y corrección del impacto ambiental llevadas a cabo destacan la revegetación de los taludes de terraplenes y otras superficies baldías empleando tierra vegetal e hidrosiembra. Asimismo, la plantación de especies autóctonas de árboles y arbustos. La inversión en estas medidas de integración ambiental ha sido de 0,49 millones de euros.