Cuando Dorian y Loli escucharon cantar el 04.211 por la televisión, miraron el listado en el que tenían apuntados todos los números que habían vendido en su administración y de golpe un escalofrío recorrió sus cuerpos. Tras un segundo de incertidumbre, las lágrimas afloraron en sus ojos y los saltos de alegría inundaron el salón de su casa. Eran las 13.22 horas y desde entonces su teléfono no dejó de sonar en todo el día. No era para menos ya que habían repartido más de 22 millones de euros en la ciudad.

La joven pareja de loteros era la cara más visible de la alegría pero la felicidad inundó ayer cientos de hogares en Miranda porque el tercer premio de la Lotería de Navidad estuvo muy repartido. El número lo jugaba el Orfeón Mirandés José de Valdivielso, que ayer sin esperarlo, contaron entre sus componentes con los niños de San Ildefonso.

En total se habían hecho más de 1.800 participaciones, de las cuales apenas unas pocas se habían quedado sin distribuir. Cada una de ellas reportará 10.500 euros por lo que ayer casi todo el mundo tenía un familiar o un amigo al que le había tocado un pellizco.

Y es que los Reyes Magos adelantaron un par de semanas su visita a Miranda y lo hicieron disfrazados con el traje del Orfeón y cargados de millones, en la que sin duda serán unas Navidades para la historia. Pasarán muchos años pero el sorteo del 2018 quedará para siempre en el recuerdo de una ciudad golpeada por la crisis y a la que el bombo le hizo un guiño masivo.

A las puertas de la administración 4 fueron llegando poco a poco algunos de los afortunados y muchos curiosos atraídos por las cámaras de televisión. En los concurridos bares de la zona muchos se enteraban de la noticia y tiraban de móvil para preguntar entre sus allegados a ver si había suerte. La respuesta en muchos casos era afirmativa. El champán pronto empezó a correr entre risas y abrazos. Propuestas para gastar el dinero tampoco faltaban, desde un viaje a pagar la hipoteca, y los que no habían tenido suerte se conformaban con imaginar lo que hubiesen hecho si les hubiera tocado.

La calle Dos de Mayo fue el epicentro de la celebración pero al estar tan repartido el premio, la misma también se repartió por los diferentes barrios. Y es que en Miranda el tercer premio no ha hecho a nadie millonario, salvo al Orfeón  y a alguno de sus componentes, ya que el resto de personas tenía mayoritariamente un par de participaciones, aunque cientos de familias  sienten desde ayer un poco más aliviado su bolsillo y por lo tanto era difícil borrarles la sonrisa de la cara.

Aunque Dorian y Loli tuvieron el honor de vender el décimo premiado, ellos no tenían ningún boleto. «No nos importa porque nosotros somos loteros y con saber que hemos repartido tantos millones entre nuestros vecinos nos vale», aseguraban aún abrumados por la noticia mientras se turnaban para atender a medios de comunicación de todo el país. «Nunca pensé que iba a hablar por radio para toda España», apuntaba Loli. Hace unos años ya habían dado un premio especial de la Lotería semanal pero lo de ayer era diferente.

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