El rostro de la Pasión

P. Fernández / Lerma
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La representación lermeña del Vía Crucis Viviente, en el que participan 250 vecinos, recorrió las calles y plazas en medio de la emoción contenida de miles de visitantes. El joven Víctor González se estrenó en su papel de Cristo

La escena de la crucifixión y muerte de Jesús -encarnado por Víctor González- cerró el Vía Crucis Viviente. - Foto: Luis

 
U n año más y suman ya 28, fueron miles los visitantes, más que en otras ocasiones gracias a la bondad del tiempo, que se acercaron a la Villa Ducal procedentes de  toda España para presenciar la Pasión Viviente que recorrió las principales calles y plazas lermeñas, quedando patente la entrega y entusiasmo que de manera colectiva ponen los más de 250 vecinos que, como desde el primer año, continúan haciendo gala de su buen hacer, bajo la coordinación de los responsables de la Asociación El Arco, y la colaboración de instituciones, colectivos y cofradías que forman un extraordinario equipo humano. Todos ellos trabajan para que cada nueva edición suponga una mejora y renovación de los distintos momentos de la Pasión, incorporando nuevas escenas, cuidando detalles en efectos de imagen, luz y sonido que hace de Lerma una ‘visita obligada’ en la Semana Santa. 
       Dos novedades se dejaron sentir en la Pasión vivida en la noche de ayer: la incorporación de la escena del encuentro de Jesús resucitado con los discípulos de Emaús, y el nuevo Cristo, encarnado por el joven estudiante Víctor González, que recoge el testigo de Jesús Cano, que se metió en la piel de Jesús durante 20 años.
      Una riada humana siguió las escenas que comenzaron en la fachada del Convento de Santo Domingo, con la Última Cena, continuando en la  Plaza de Santa Clara, donde se recuerda la Oración de Jesús en el Huerto y el Prendimiento; ya en la Plaza Mayor ante el Parador Nacional, la negación de Pedro y el Juicio y Flagelación de Jesús, destacando su emotividad y explosión  de sentimientos religiosos que impacta en el visitante. La escenificación continuó reviviendo los distintos momentos como la escena de Judas ahorcado, y el recorrido de Jesús hasta el Calvario, culminando en la plaza de toros que se convirtió en el Monte del Gólgota, con la crucifixión de Jesús como momentos estelares de la Pasión, con un impresionante montaje escénico, destacando el acompañamiento musical de Agrupación  Círculo de Burgos.
Hoy, Viernes Santo, continúan los actos, destacando la procesión del Santo Entierro, recorriendo las calles las tallas de gran valor como los pasos del Santo Sepulcro y la Virgen Dolorosa, que contará con la actuación de las Mozas de la Virgen, cantando las Siete Palabras.
El prestigio logrado por esta Semana Santa lo testifica la masiva asistencia de público, tanto a los actos religiosos de la escenificación de la Pasión como a las funciones religiosas de los distintos conventos de monjas de clausura, en los que cada año hay más interés, según la Oficina de Turismo.