«La única opción frente al chavismo es la resistencia pacífica»

R. Pérez Barredo / Burgos
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Rodrigo Conde • Profesor de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela

El profesor burgalés, con algunos de sus alumnos. - Foto: Diario de Burgos

 
El burgalés Rodrigo Conde, profesor de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela desde hace 17 años, analiza para Diario de Burgos la realidad del país latinoamericano, convertido desde hace muchos meses en un polvorín.Tras la primera entrega de la entrevista, publicada ayer, les ofrecemos hoy la segunda.
 
¿Qué opciones de lucha real y en igualdad de condiciones tiene la oposición?
Yo creo que la única opción que tiene es la resistencia pacífica. Debe de abstenerse de las opciones violentas, que es lo que le interesa al Gobierno. Es un camino largo, complejo y difícil. Ante las prisas y la inmediatez  a la que puedan estar tentados muchos opositores, hay que presionar al Gobierno de esta manera. Y es lo que estamos viendo estos días, en que se están iniciando las conversaciones. Aunque el Gobierno aparentemente refleja fortaleza, el mismo hecho de sentarse a hablar con la oposición muestra su debilidad, se siente acorralado interna e internacionalmente. 
 
Usted trabaja en una universidad. ¿Qué fuerza tienen los movimientos estudiantiles?
Los estudiantes han sido la gran sorpresa de la actual situación. Ello juegan ‘fuera de base’ como se dice en términos beisbolísticos. No se fían ni del  Gobierno ni de los dirigentes de la oposición. Ellos han bloqueado y siguen paralizando calles, avenidas y autopistas de diferentes ciudades. Muchos han sido reprimidos violentamente y apresados. Sin embargo la lucha sigue. En mi universidad, como en las principales públicas, llevamos 2 meses de paralización.  El Gobierno no tiene el apoyo de los estudiantes. En las universidades donde ha habido elecciones para elegir a las autoridades y a los representantes estudiantiles, los candidatos del Gobierno han sido derrotados estrepitosamente. Y por supuesto, en aquellas universidades intervenidas por el Gobierno por diversas razones, en ellas ya no hay elecciones. El problema es qué va a pasar a partir de ahora ¿Se desinflarán las protestas estudiantiles? ¿Hasta cuándo aguantarán en su  actitud rebelde? No lo se, los hechos se suceden muy rápidamente, y es difícil predecir lo que puede pasar de aquí a varios días o meses. La situación es de incertidumbre y de extrema gravedad. 
 
¿Está la sociedad venezolana muy dividida?
Sí, está profundamente dividida en dos mitades. Y lo más preocupante es el odio que se ha introducido en la sociedad. Y el origen de esta división hay que achacarlo en gran medida a Chávez y a su gobierno. En infinidad de ‘cadenas’ (transmisiones por radio de televisión) obligatorias se ha visto en estos años el empleo de un lenguaje divisionista, insultante, degradante, vengativo. Eres patriota si eres chavista, si no eres chavista no amas a la patria. La identidad del movimiento político que se quiere imponer, el chavismo, es la misma identidad del pueblo venezolano y excluye a los que no están de acuerdo. Si no eres chavista, no eres venezolano. Bajo esta visión, ser pueblo no es sólo pensar de una determinada manera, sino también vestir y hablar de cierta forma; la religiosidad, Cristo como revolucionario, también está presente en la construcción de esta identidad, así como la afectividad con el fallecido líder Hugo Chávez.
 
¿Se creen los venezolanos los complots que denuncia Maduro contra su persona?
Se ríen de ellos. Son una forma de desviar la atención de los problemas que tiene el país. Los medios chavistas hablan mucho de ellos, pero no sale ningún culpable por televisión enjuiciado, ni aparecen pruebas. Es parte del show que ya tenía Chávez montado. Según la prensa chavista fueron decenas los que sufrió, e incluso, el colmo de los colmos, se llegó a difundir la idea de que el cáncer que le llevó a la tumba fue ‘inducido’ por el gobierno de Estados Unidos.
 
¿Cuál es la realidad social de un país que tiene las mayores reservas de hidrocarburos del planeta? 
Este Gobierno ha acostumbrado al pueblo a tener una mentalidad mendicante, a depender del Estado. A través de las llamadas ‘misiones’ se intenta tener una clientela política que respalde al chavismo cuando vienen los procesos electorales. En este contexto hace pocos días, el nuevo ministro de Educación señaló, en una frase que fue muy comentada por todos, que dentro de la ‘campaña para erradicar la pobreza’ se pretendía establecer políticas sociales para sacar a los ciudadanos de esa condición, haciendo la salvedad que «no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos»; es decir oposicionistas. Y así, mientras que hasta 1988 la inflación fue en 30 años de 288%, en apenas 15 de gobierno revolucionario la inflación ha sido de 364%. De los 38 millardos de dólares fugados en 30 años, Chávez y Maduro nos dicen que se fugaron 250 mil millones de dólares durante sus gobiernos. De 1.700 homicidios que hubo en 1988, se pasaron a 12.092 según cifras oficiales en 2012; sin que hasta la fecha, a la inmensa mayoría le importe mucho el dato, mientras el barril de petróleo esté a 100 dólares. El futuro de los hijos no importa mucho si pueden resolver su presente, y esto ocurre no sólo en las clases populares, sino también en la clase media. En un mundo con nuevas formas de producción de petróleo de aguas profundas, arenas bituminosas y esquistos, en el que por primera vez el motor de combustión puede funcionar eficientemente con combustibles alternativos y donde EEUU se convertirá en exportador neto de petróleo, Venezuela tendrá que aprender a ser un país productivo, a superar su psicología rentista.
 
Camino realmente complicado...
El camino no es fácil para una colectividad acostumbrada a vivir del Estado, y que tarde o temprano estará  obligada a convertirse en equipo de individuos autónomos con actitudes modernas. Los jóvenes representan el tránsito a una sociedad universalista capaz de asumir la responsabilidad del propio destino, sin depender de la sombra del Estado. Los costosos programas sociales ahora están frente a la herencia de un presidente Chávez que fue muy popular, ante la cual se enfrenta  Maduro en una economía en situación muy difícil, ya que las rentas del petróleo no van a crecer aunque los precios del petróleo están estables; ya que la gestión de la petrolera estatal, PDVSA es desastrosa. La producción ha caído por incompetencia, averías y accidentes debido a la expulsión, hace ya diez años, de gran parte del personal que fue sustituido por adictos al gobierno, pero incompetentes y de honradez dudosa. Esto pasa también en la administración pública donde el número de ministerios se ha triplicado, así como el número de funcionarios públicos, que han sido escogidos más por su militancia política que por su capacidad. 
 
Y por ahí asoma la corrupción.
La política redistributiva de Chávez se ha visto frenada por la ineficiencia y la corrupción, de modo que la tan cacareada disminución de la pobreza en Venezuela no ha tenido nada de especial, y está en torno a la media de los demás países de  América Latina,. Por otro lado los costes del ‘socialismo bolivariano’ han sido muy altos y la criminalidad y la inflación son de las más altas del mundo. Todo esto ha obligado a varias devaluaciones en este año, que no han resuelto los desequilibrios. Esto es debido al perfil monoexportador de petróleo, con el riesgo de depender de un solo producto.  Así pues, Maduro, tiene la herencia envenenada de Chávez, porque la ruina en la que está sumida Venezuela no se la puede achacar a nadie, ya que ya llevan 15 años en el poder.  Maduro actualmente tiene que apechugar con la presente debacle sin poder echarle la culpa a nadie. El único peligro para la democracia sería que Maduro intentara mantenerse en el poder recurriendo a la fuerza e implantando una dictadura. Pero eso sería su propio suicidio político. 
 
¿Qué debe pasar para que haya un cambio en Venezuela?
Yo creo que lo primero que debe de atender Maduro es a la voz de tantas personas que señalan que vamos por un camino equivocado, para poder salir así de la crisis en que se encuentra el país y que ha desencadenado multitud de protestas desde el mes de febrero hasta ahora. Debe reconocer que el país va mal. Parece que le está costando un poco. El siguiente paso sería realizar algunos gestos para que el diálogo pueda ser considerado sincero y de apertura y sería el de liberar a los presos políticos y desarmar de inmediato a diversos “colectivos” afines al Gobierno y amparados por él. Otro aspecto sería el rectificar desde el punto de vista económico. Hoy en día no tiene sentido mantener una economía estatista, importadora total, centralizada y teniendo como paradigma al marxismo cubano. La gente no lo aceptará, cueste lo que cueste.
 
No ha podido ser peor la herencia de ese ‘salvador’ de la patria que fue Hugo Chávez...
La herencia ha sido nefasta. Aunque ha incorporado a diversos sectores populares a la vida social y económica; sin embargo el país ha retrocedido en todos los sentidos. No es que Venezuela fuese hace quince años un dechado de efectividad y desarrollo; pero podía mostrar unos índices aceptables de progreso, muy por encima de la media latinoamericana. Hoy estamos en minusvalía frente a ellos. Chávez ser murió en el momento en que el sistema por él creado empezaba a hacer aguas. El petróleo no daba para más, los compromisos financieros que había adquirido no podían cubrir y amparar todos sus proyectos y misiones,  y el pueblo empezaba a pedirle cuentas. En cierta medida es así lo que pasó en Argentina, cuando fue derrocado Perón. Éste siguió teniendo en el exilio una buena imagen, sin darnos cuenta que la crisis perenne que han tenido los argentinos hasta ahora, ha sido debida a las políticas erradas implementadas por Perón. 
 
¿Qué futuro le augura a Maduro?
Si no rectifica, creo que tendrá un futuro incierto, de tensión constante con la sociedad. No se puede estar en la vida de apagafuegos; debe dedicarse a gobernar, pero las circunstancias no se lo permiten. Y ante el alzamiento constante de sectores de la oposición, es muy difícil llevar a cabo una política económica y social positiva. Un sector de la población  no aguanta más y los estudiantes son los que están liderando estas protestas; no tienen miedo a salir a las calles y arriesgar sus vidas. No ven un futuro esperanzador con la política chavista por lo que no tienen nada que perder.  A Maduro sólo le mantienen los precios del petróleo que todavía están altos y una nueva oligarquía chavista que se ha enriquecido descaradamente amparada por Cuba. La política chavista suscribió demasiados compromisos con los sectores populares que ahora su heredero no puede mantener.