La política de reducción de impuestos de la Junta, avanzada por su presidente, Juan Vicente Herrera, el pasado martes, cuando anunció una rebaja del IRPF y del ‘centimazo’, no se extenderá a la Consejería de Educación. Su responsable, Juan José Mateos, descartó ayer en Burgos una disminución de las tasas universitarias, al igual que un nuevo incremento, después de la fuerte subida (un 35% de media) que experimentaron en el curso 2012-2013, mientras el pasado fue del IPC (1,4%).
«No haremos una política de reducción de las tasas académicas en Castilla y León, ni tampoco las incrementamos, porque son necesarias para mantener el sistema universitario de Castilla y león sin déficit y prácticamente sin deuda», explicó el responsable regional a los periodistas.
A pesar de todo, Mateos reconoció que son más caras en la región que en otras comunidades, al tiempo que entendió el «sacrificio» que hacen las familias «al pagar un coste importante». «Los ciudadanos que no envían a sus hijos a la universidad están poniendo entre el 75 y el 80% del coste que tiene un título de educación superior», aseguró.
El consejero también se refirió al «esfuerzo» que realizará el Gobierno regional en los presupuestos del próximo año, actualmente en fase de elaboración, para mantener los «altos niveles» de educación que tiene la región. «Estoy seguro de que en este ámbito mejoraremos la financiación», añadió.
Mateos asistió a la apertura del curso académico, celebrado en el Aula Magna del Hospital del Rey, donde escuchó en boca de representantes de la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública, presentes en el acto, la petición de una rebaja de las tasas debido a la situación que atraviesan muchas familias. «El aumento de los dos últimos años es inadmisible y exigimos que se haga algo al respecto», afirmó Fernando Cabrejas, miembro del colectivo, que esperó a que el rector terminara su discurso para intervenir.
Pública y de calidad.
Mientras el coro se preparaba para interpretar el himno universitario que cerraría el acto, Murillo cortó al representante de la Plataforma. En este momento, miembros del colectivo reivindicaron en la sala una «universidad pública y de calidad», mientras parte del público prorrumpió en aplausos. Acto seguido salieron del Aula Magna y ya fuera del Hospital del Rey, la Policía Nacional instó a tres de ellos a identificarse, lo que provocó el enfado de estos, que aseguraron que no se estaba haciendo lo mismo con otras personas que salían del recinto y que en ningún caso habían interrumpido el acto.