Gran empate en León

Área 11 / León
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Igualdad. El Villa de Aranda arranca un punto en su visita al campo del Ademar en un encuentro con muchas alternativas

Los jugadores del Villa de Aranda se emplearon a fondo en defensa para frenar al equipo leonés. - Foto: La Nueva Crónica de León

Ademar León: 31  Villa de Aranda: 31

Ademar León: Rogelio, Thomas Vejin, (10, 1p.), Vega, Carrillo (3, 1p), Aguirrezabalaga (4), Almeida (2),

–siete inicial- Biosca, Piñeiro (5), Joao (6), Dimitrewski, Mellado, López (1).

Villa de Aranda: Javi Díez, Cabanas (3p.), Bicho (5), Megías, Guimaraes (3), Pazin (2), Patrianova (4), –siete inicial- Camino (2), Muñoz (4), Moreira (2), Matheus (6).

Árbitro: F.J. Gude Prego y J. J. Gude Prego. Exclusiones: Por el Ademar, Piñeiro (2), Almeida, Dimistrewski y Aguirrezabalaga. En el Villa de Aranda, Megías y Pazin (2). Tarjeta roja para Patrianova con el reloj a cero al término del partido.

Parciales: 1-2, 3-3, 6-6, 8-8, 12-12 14-15 (descanso).  16-18, 21-20, 24-22, 27-24, 29-27, 31-31 (final).

Incidencias: Segunda jornada de la Liga Asobal, disputado en el Palacio de los Deportes de León, ante 2.000 espectadores.

El BM Villa de Aranda cosechó su segundo empate consecutivo de la temporada y lo hizo ante un rival de mucha entidad como es el Ademar de León, en un encuentro con muchas alternativas en el marcador.

El conjunto arandino se presentaba en el Palacio de los Deportes de León con la confianza que le otorgaba el punto cosechado en la primera jornada de la Liga Asobal, gracias al empate con sabor a victoria logrado ante el Granollers. El preparador de los arandinos, Jacobo Cuétara, ex del cuerpo técnico ademarista y conocedor absoluto de su rival, confiaba en las buenas sensaciones de su equipo para plantar cara a un Ademar León que no se puede permitir perder puntos en casa si quiere aspirar al objetivo de la segunda plaza, siguiendo la estela del intocable Barcelona.

Con estas premisas daba comienzo el choque en León, donde desde el inicio se vio que la igualdad podía ser la nota dominante de un partido en el que salió mandando en el marcador el Villa de Aranda, con jugadas largas de ataque y sabiendo imponer el ritmo sin permitir al Ademar correr el contragolpe. Ambos conjuntos salieron con un defensa 6-0 muy cerrada y los burgaleses aprovecharon mejor el mayor potencial físico en los primeros momentos.

El empate a tres tanto en el electrónico a los 10 minutos de juego y el tiempo muerto solicitado por Dani Gordo permitió a los leoneses colocarse por delante por primera vez en el partido en el primer contragolpe bien llevado por la escuadra local. Apretar en defensa y poder salir en velocidad era y es la mejor arma del Ademar, que, aún así, cometió muchos errores en defensa y perdió varios balones, permitiendo al Villa de Aranda realizar su juego en el ataque estático.

El encuentro se convirtió, entonces, en un toma y daca constante con mínimas ventajas para uno y otro conjunto, hasta que los ademaristas rompieron esa dinámica a ocho minutos para la conclusión del primer periodo poniendo dos goles de renta en el marcador (11-9), pronto enjugado por el conjunto de Jacobo Cuétara para llevar de nuevo la igualdad a su casillero y recuperar la tónica inicial, basada en gran medida en la diferencia en la portería. Ni Rogelio ni Biosca estuvieron acertados en la puerta ademarista, mientras que Díez se mostró mucho más asentado en el Villa de Aranda. Eso llevó a los arandinos a tomar la mayor ventaja a su favor en todo el primer tiempo (13-15) a falta de 45 segundos para el final, aunque un tanto de Joao, enjugó diferencias para llegar al descanso con mínima una renta visitante .

Mismo guión

Poco o nada cambió la dinámica del partido en los comienzos de la segunda mitad. El 6-0 de los arandinos se le atragantaba al Ademar que no encontraba la fórmula frente a un rival mejor asentado y más cómodo en la pista. Sólo Vejin y Piñeiro encontraban claridad en medio de las lagunas ademaristas y mantuvieron vivo a su equipo sin permitir que el partido se rompiera a favor del Villa de Aranda, que convertía en gol cada ataque, ante los negativos porcentajes de la portería local.

Sin embargo un arranque de furia del Ademar dio la vuelta al partido a los 37 minutos y tras un 3-0 de parcial, que obligó a Jacobo Cuétara a pedir tiempo muerto para recomponer las ideas de su equipo.

Vuelta a empezar. Faltaba un mundo, pero los nervios hacían mella en el parqué y los constantes parones no daban continuidad al juego. El Ademar buscó mantener la ventaja y puso más tierra de por medio superado el minuto 41 (23-20), con un nuevo gol de Vejin a la contra, amenazando con romper el partido de forma definitiva. El calor, el cansancio y las bajas obligaban al Villa de Aranda a bajar el ritmo, pero no a rendirse. Sin embargo, en esta segunda mitad se vio la mejor versión del Ademar, sobre todo en defensa, cuyas rentas empezaron a mantenerse entre los tres y cuatro goles (27-24, minuto 50). Pero, fue un espejismo.

El Villa de Aranda cambió la defensa 6-0 a una mucha más abierta, buscando robar balones y enjugar las distancias. Y, no le fue mal. Arrastró a los leoneses a cometer fallos en ataque, con pérdidas de balón absurdas, lo que propició un nuevo choque, con 28-27 en el marcador con seis minutos por delante. Regresó el intercambio de golpes en una y otra portería y la posibilidad de igualar para los visitantes tras una dudosa falta en ataque. Bicho puso el empate a 29 goles y la emoción para los últimos cuatro minutos en los que se decidió el partido.

Ademar perdió su enésimo balón en ataque y Camino adelantó a los suyos, pero anotó Joao a renglón seguido. Los burgaleses jugaron muy larga su última posesión y Guimaraes puso el 30-31. Con 30 segundos por delante, el Ademar empató desde los siete metros por medio de Carrillo. El último cartucho visitante finalizó con una tarjeta roja para Patrianova que en un golpe franco estrelló el balón sobre la cara de Vega. Al final el empate a 31 goles hizo justicia.