La Arandina no se ensaña con el Ávila

Valentín García / Aranda
-

Muy convincente. La falta de pegada le valió al equipo abulense para no salir goleado ante un rival que, por fases, le pasó por encima como un rodillo

La Arandina celebra el gol de Alberto Mato que permitió cerrar una magnífica primera parte ante un rival al que se perdonó en exceso. - Foto: Julio Calvo

Arandina: 1  Ávila: 0

Arandina: Álex, Borja Plaza, Collado (Obispo, 30’), Pajarero, Sergio, Seoane, David Álvarez, Yeyo (Terleira, 85’), Gustavo, Mato (Ruba, 77’), Adri.

Ávila: Darío. Josito. Andrés. José María. Albert. David Viciedo (Cristian, 79’). Yersi (Benji, 62’). Sergio.

Borja (David Núñez, 54’). Vitolo. Álex.

Incidencias:

Árbitro: Calvo Antolín (Palencia). Tarjeta amarilla a Adri, Pajarero (Arandina) y David Viciedo, Josito, Álex (Ávila).

Gol: 1-0 (minuto 43). Alberto Mato finaliza una acción personal de Gustavo dentro del área abulense.

La afición de la Arandina se identifica plenamente con su equipo. razones no le faltan. Es generoso en la propuesta de fútbol y en el esfuerzo. Además gana. Solo le falta asegurarse más pegada para cerrar antes los partidos. El de ayer debió acabar también en goleada.

Las propuestas fueron claras desde el inicio. La Arandina llevó el peso del partido y la iniciativa ante un rival bien posicionado atrás pero con la inequívoca voluntad de cerrar espacios y armarse bien defensivamente. Fueron los locales quieren fueron ganando metros con el paso de los minutos y poco a poco encontrando líneas de pase para acceder al área visitante. Defensivamente, el conjunto blanquiazul estuvo sencillamente perfecto.

El primer aviso serio lo dio la Arandina a los quince minutos. Borja Collado puso el balón desde la banda izquierda en la cabeza de Yeyo pero su remate salió ligeramente desviado. Después fue Adri quien tuvo la oportunidad de cambiar la suerte de su equipo. Otro balón desde la banda izquierda puesto por Mato y el andaluz tampoco acertó desde el punto de penalti a empalar con acierto.

Empezaba a soltarse la Arandina, a tener más movilidad y sus mejores minutos fueron metiendo más atrás a un Ávila muy conservador que no dio señales en ningún momento de pretender salir de la trinchera que construyó de medio campo hacia atrás.

Durante todo el primer tiempo, con mayor o menor acierto, no hubo más fútbol que el propuesto por la Arandina. En el minuto cuarenta tuvo la Arandina una nueva ocasión para adelantarse en el marcador. Una asistencia de tacón de David Álvarez habilitó a Mato que dentro del área remató ligeramente cruzado en otra acción manifiesta de gol. Y una aún más clara dos minutos después cuando Gustavo puso a prueba a Darío y su rechace, dentro del área, lo mandó Adri muy alto.

Tanta insistencia merecía una recompensa. Gustavo inventó en escasos metros, una acción de gol, dibujó un pase envenenado que Mato tradujo en gol. Justo, merecido y fruto de un excelente trabajo colectivo que acabó por traducirse en el marcador.

Arrollando

El segundo tiempo empezó con una Arandina arrolladora. Lo único injusto sobre el terreno de juego empezaba a ser el resultado. Un Ávila descompuesto no avanzó un solo metro y fue sometido a un acoso que pretendía alcanzar cierta estabilidad en el marcador. No llegó y el encuentro recuperó una tónica más pausada.

El partido después se tornó bronco y no le benefició a la Arandina porque pudo desordenarse. No lo hizo. La sentencia debió llegar en el minuto 86 y en el 92. Dos maravillosas asistencias a Gustavo no fueron aprovechadas por el abulense que hizo un partido excepcional salvo en la definición.