El Top Ribera BM Villa de Aranda busca la estabilidad definitiva. Mañana, en Cangas del Morrazo, la conseguiría si alcanzase el triunfo, lo que le daría 19 puntos en la clasificación. Está en el momento y el lugar que siempre pretendió. 

Con un calendario más favorable que sus más directos rivales, una propuesta de juego en su punto cumbre, y en la situación de poder meter una distancia sobre los puestos de descenso que debe considerarse suficiente, alberga muchas expectativas y alicientes para tratar de superar mañana al rival gallego en su propia cancha.

El partido arrancará a las 18.30 horas en O Gatañal. Una plaza que nunca fue fácil de conquistar, pero tampoco inaccesible. Especialmente esta temporada, en la que los dos últimos clasificados, Bidasoa y Cuatro Rayas Valladolid, lograron llevarse de allí el triunfo. Son muestras inequívocas para pensar en las serias opciones que van a tener los ribereños, que, en su trayectoria en Asobal, se han mostrado como un bloque muy competitivo.

Si para el Villa de Aranda ganar es síntoma de estabilidad, para los gallegos es garantizarse la permanencia. Ya ganaron en la primera vuelta en Aranda y lo hicieron con mucha solvencia. Superar la veintena de puntos es determinante para hacer desaparecer el vértigo a la posibilidad de perder la categoría. Ahora les separan solo dos puntos, con el factor cancha decantando el choque del lado gallego pero compensado con la percepción de que la plantilla de Jacobo Cuétara está ahora mejor. Con este caldo de cultivo, hay razones objetivas para asegurar que hay partido de máxima igualdad.

En el Villa de Aranda no hay bajas. Algunas molestias del brasileño Oswaldo Maestro que no le deben impedir jugar en Cangas. Es un valor al alza del conjunto ribereño, su adaptación ha sido muy rápida y está aportando incluso más de lo que se podía esperar.