Licencias obviará el informe de los técnicos y no multará al Espolón

J.M. / Burgos
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La concejala cree que los funcionarios «se asustaron» cuando vieron el inicio de las obras y le dieron demasiada importancia. Defiende que no se ha cometido «ninguna irregularidad»

La concejala de Licencias, Ana Bernabé, avanzó ayer que el Ayuntamiento no interpondrá una multa a la empresa adjudicataria del local de la cafetería Espolón (antes Pinedo) pese a la existencia de un informe del área de Arquitectura del 9 de julio y una resolución firmada el día después por el jefe de Licencias en la que se propone la apertura de un expediente sancionador por haberse iniciado las obras de reforma del establecimiento y existir el temor de que se pudieran tocar algunos elementos del interior que pudieran estar protegidos.

El documento firmado desde Arquitectura destacaba que el local se encuentra en un edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que cuenta con una «protección integral», e instaba a que se paralizaran las obras y se sancionara al propietario de la explotación del negocio.

Sin embargo, la concejala de Licencias afirma que «no se ha cometido ninguna irregularidad» y achaca a lo recogido en el informe a que los técnicos, una vez realizada la inspección, «se asustaron» y le dieron más importancia a las obras que se estaban realizando.  En el momento en que se realizó la visita se había demolido la barra del bar, la tabiquería que delimita la planta baja con la cocina y algunos paneles de madera y de cristal. Elementos que en el Ayuntamiento aseguran que no tienen valor histórico.

Sobre los que sí hay más dudas, y por eso se quiere que se pronuncie la Comisión Territorial de Patrimonio, es sobre la puerta giratoria, el suelo o la escalera del local. Bernabé explica que no se tiene claro si son BIC o si se deben conservar y por eso se ha pedido opinión. En cualquier caso, asegura que en el Ayuntamiento, «como propietarios, queremos mantener la estética del local» y que no se rompa su idiosincrasia.

Los dueños habían presentado una declaración responsable para el inicio de las obras pese a que en el formulario que se entrega en la administración se advierte de que esa fórmula no es válida para los BIC. En este punto, Bernabé matiza que esta exigencia se limita al exterior de los inmuebles y, de nuevo en defensa de los hosteleros, asegura que no hace falta el consentimiento expreso del Ayuntamiento para arrancar los trabajos. Sin embargo, tras la inspección realizada, sí presentó un proyecto básico y de ejecución.

Se da la circunstancia, tal y como relataba la empresa tras conocer que se le ordenaba parar la obra, que el Ayuntamiento les había otorgado a ellos, entre todos los licitadores, la máxima puntuación en el apartado del concurso en el que se detallaban las obras a realizar en el local.

Cabe la posibilidad de que Patrimonio de el visto bueno a cualquier intervención, lo que permitiría el reinicio de las obras o que prohiba que se toquen algunos elementos. Si sobre alguno de ellos se pretendía actuar o modificar, la orden de paralizar los trabajos habría servido para conservarlos.

En el Ayuntamiento se desconoce aún cuando se reunirá la Comisión de Patrimonio, aunque se espera que sea a la mayor brevedad posible.