Reciclar pero antes reutilizar porque «hay objetos que merecen una segunda oportunidad». Es la conclusión a la que han llegado un grupo de alumnos de segundo de la ESO de los institutos Diego Marín Aguilera y Diego Porcelos para intentar atajar la ingente cantidad de residuos que se generan a diario en los núcleos urbanos. Y para ello, han ideado un punto inteligente de recogida de  productos en desuso donde los ciudadanos pueden acudir bien a depositar lo que ya no quieren o a recoger aquello que necesitan.

El proyecto ya está pensado y diseñado, para lo que han elaborado una maqueta con todos los detalles de su invención. Ahora queda presentarlo y defenderlo ante otros 23 equipos escolares que participan en la First Lego League, el certamen de estimulación del talento educativo que cuenta con el apoyo de la Junta, el Ayuntamiento y la Universidad de Burgos, y que este año plantea como temática la búsqueda de nuevas formas para mejorar la gestión de los residuos. La cita será este sábado y ayer era el momento de ensayar la presentación.

«Nos centramos en la reutilización en lugar de en el reciclaje porque creemos que así se contamina menos», explican los estudiantes, que durante el trabajo se han dado cuenta de que la solución no solo pasa por colocar más contenedores en las calles, sino por generar menos basura. Así que dentro de su proyecto también incluyen una campaña de mentalización para concienciar a los ciudadanos de la importancia de esas dos buenas prácticas.

En la parte práctica, su propuesta pasa por crear una red de puntos de reutilización de objetos (uno en cada barrio) que se controlarían mediante tarjetas magnéticas que recogerían los datos de los usuarios, premiando con beneficios fiscales a aquellos que menos residuos depositen. Estos estarían clasificados en cajas dependiendo de sus características y prestando especial atención a los aparatos electrónicos, que son los más contaminantes.  

Valores

Los alumnos de los dos centros han trabajado codo con codo durante los últimos meses. Porque, además de desarrollar el proyecto científico, han tenido que crear un robot como parte del segundo reto que propone el certamen First Lego League. Eso y elaborar un proyecto sobre los valores aprendidos que presentarán también el sábado mediante una pequeña obra de teatro inspirada en la película Star Wars y que ayer preparaban en la biblioteca del instituto Diego Marín Aguilera.

Además de los conocimientos técnicos adquiridos, se quedan con el trabajo en equipo, la coordinación y el respeto. Su profesora, Menchina Ayuso, se muestra satisfecha con el resultado sin dejar de resaltar que el proyecto supone para los docentes una «oportunidad de enseñar de manera diferente», al tiempo que los alumnos «experimentan métodos de aprendizaje distintos».

Los grupos que participan en este programa son de alto rendimiento y están formados por estudiantes que desde Primaria han destacado por su rendimiento. «No tienen por qué ser los mejores sino que así se puede desarrollar su talento», agrega Ayuso.