Las Edades del Hombre propician la apertura de 66 nuevos negocios

I.M.L. / Aranda
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Temporalidad. El 35% de las iniciativas empresariales surgen con fecha de caducidad coincidente con la exposición de arte sacro.

La calle Isilla, la más transitada de la capital ribereña, solo tiene un local sin ocupar en la actualidad y contabiliza hasta cuatro con apertura en breves fechas. - Foto: DB

Menos de 40 días, 38 para ser exactos, restan para que se abra oficialmente la décimo novena muestra de Las Edades del Hombre, que acogerán las iglesias arandinas de Santa María y San Juan, pero la ciudad se viene preparando desde hace meses. Junto a los trabajos de peatonalización del casco histórico, la celebración de esta exposición en la villa ha propiciado un caldo de cultivo empresarial que ahora empieza a dar frutos. La Oficina de Desarrollo Local (ODL) del Ayuntamiento de Aranda viene registrando una mayor actividad desde hace un año y ha contabilizado desde el mes de julio de 2013 un total de 66 iniciativas de negocio que han surgido al calor de Las Edades del Hombre, a las que hay que sumar otros comercios que o se han ampliado o van a diversificar su oferta o han aprovechado la ocasión para dar un giro en su proyecto de futuro.

Los empresarios arandinos y ribereños han visto clara la oportunidad de negocio y la han querido aprovechar. Tanto es así que en torno al 35% de los establecimientos que se van a abrir con fecha de caducidad, coincidiendo con el cierre de la muestra al público. Un par de ejemplos de esta modalidad de negocio son dos tiendas enfocadas a la venta de productos para los visitantes, como la que va a abrir la empresa familiar Tudanca en un estratégico local que hasta ahora estaba desocupado en la plaza de la Constitución o la del Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda, que ya cuenta con una sucursal abierta allí donde la calle Barrionuevo desemboca en el lateral de Santa María. Pero no es esa la tónica general. «Hemos detectado que hay negocios que han abierto un par de meses antes de Las Edades para rodar y van a cerrar en diciembre y otros que, aprovechando que va a haber Edades del Hombre, se ponen por su cuenta o abren para nacer en bonanza», explica Ágatha Rodríguez, responsable de la Oficina de Desarrollo Local.

El favorable impacto económico que se espera que genere la presencia de la cita expositiva de arte sacro ha derivado en la puesta en marcha de empresas de lo más variado. «Algunas personas que estaban trabajando o que estaban desempleadas se han planteado el poder iniciar una andadura empresarial, sobre todo en comercio a pie de calle o en servicios independientes como guías turísticos, servicios de marketing, de comunicación en redes sociales, de comunicación al uso vía papel, han visto que podían nacer de cara a Las Edades del Hombre», comenta Rodríguez, que realiza una estimación rápida del dinero que podrían dejar en la zona los visitantes. «Tomando las cifras de turistas menos halagüeñas, unos 250.000 visitantes, a una media de 35 euros de gasto por persona, sale 8.750.000 euros en los ocho meses que dura la exposición, a repartir entre comercios, hostelería y demás servicios, claro».

Por sectores, el abanico de iniciativas es amplio. El más recurrente es el relacionado con la venta de productos de regalos, ropa y calzado, que contará con 16 negocios nuevos, un 24’25% de los que han acudido a pedir asesoramiento a la ODL. En esta clasificación le siguen de cerca las peluquerías y centros de estética, con un 19’70%, y los comercios de alimentación, bebidas y vinos, copando un 18’20%, entre los que hay varias tiendas de productos gourmet y otras tantas enotecas. A mayor distancia, se encuentran los siete negocios relacionados con muebles y productos electrónicos, así como un cajón de sastre de otras siete actividades, que recoge iniciativas como una ludoteca o una lavandería, seguidos de cerca por las seis empresas relacionadas con los materiales de construcción y la fontanería. El ranking lo cierra las agencias de viajes, con un 4’5% de los negocios creados, y dos comercios de productos para fumadores al por menor, que acaban de desembarcar en la capital ribereña.

Fuera carteles

Hasta hace pocas semanas, las calles comerciales de Aranda aparecían jalonadas de locales vacíos, tiendas cerrada y escaparates con el cartel de ‘se vende’, ‘se alquila’ o ‘se traspasa’. En los últimos días, esos anuncios han desaparecido y se han sustituido por vallas de obra o papel de embalar que oculta las reformas del interior de los locales. «Vamos a pasar de tener una zona comercial muy vacía a que no quede ningún local sin ocupar, a penas quedan dos o tres libres e, incluso, los inalquilables se han alquilado», apostilla la agente de desarrollo local. Y es que en un paseo por las calles aledañas a las dos sedes se pueden ver locales que llevaban meses, e incluso años, sin abrirse y que ahora van a tener un funcionamiento comercial. Ejemplos de ello son una heladería en vez de la mercería que había en la esquina de la Plaza Mayor con la calle La Miel, una enoteca en esta calle donde antes hubo una óptica y droguería, o una tienda de recuerdos justo en frente de la iglesia de Santa María.

Pero no todo van a ser negocios de nueva apertura. Algunos empresarios han retomado alguna idea o proyecto que tenían en el cajón a la espera de la llegada de tiempos mejores para desempolvarlo y ponerlo en marcha. Lo que es común en la mayoría de los casos surgidos a la sombra de Las Edades del Hombre, tanto en Aranda como en la comarca, que han contado con los consejos de la Oficina de Desarrollo Local es su espíritu de continuidad en el tiempo. «Casi todos los que han pasado por aquí y han entrado con la idea de pelotazo, han salido con la idea de sostenibilidad, es decir, es loable que nadie puede decirnos que no podamos utilizar esta ocasión para arrancar un negocio pero no hay que hacerlo a tontas y a locas, porque lo que podría ser una satisfacción podría convertirse en una frustración», argumenta Ágatha Rodríguez, que asegura que «una oferta sin preparar puede hacer que 250.000 turistas pasen por mi puerta y no entre ni el 0’5%, es decir, eso es una frustración para el empresario».