El alcalde, Javier Lacalle, dijo ayer que se van a incrementar en el Ayuntamiento las plazas para jóvenes con síndrome de Down «de forma considerable». El regidor precisó que se hará un incremento importante: «Podemos hablar de cuatro o cinco personas que puedan estar en distintas dependencias municipales y coordinándolo bien con los profesionales creo que en una plantilla como la del Ayuntamiento es el esfuerzo que tenemos que hacer. Porque está muy bien pedirle a la empresa privada que lo haga pero nosotros tenemos que ser capaces también de articularlo».
Lacalle ofreció esta apuesta por el avance del trabajo inclusivo -en la actualidad solo hay un joven con esta discapacidad en el Ayuntamiento- durante la presentación del programa de prácticas formativas que el BBVA ha puesto en marcha en Castilla y León y por el que seis jóvenes de Burgos van a adquirir experiencia laboral en la oficina que esta entidad financiera tiene en la calle Vitoria.
«Nos sentimos especialmente orgullosos de esta iniciativa porque supone un claro ejemplo de nuestro firme compromiso con las sociedades en las que estamos presentes y en especial, con la sociedad burgalesa. En BBVA trabajamos por un futuro mejor para las personas y creemos firmemente en que si es posible, está hecho, y si es imposible, lo haremos», aseguró Manuel de Cos, director de zona en Burgos.
Los directamente concernidos, estaban encantados y con ganas de ponerse manos a la obra cuanto antes. Juan Garrido, Jorge Burgos, Andrés García, Alejandro Martínez, Alvar Peña y Beatriz López del Val escucharon muy atentos todos los discursos que les prometían lo mejor. Luego, en nombre del grupo, Beatriz tomó la palabra más nerviosa que un flan para agradecer esta oportunidad «de aprender dentro de la sociedad» y para advertir que seguramente ellos también podrán enseñar algo a sus compañeros.
Por su parte, el gerente de Síndrome de Down Burgos, Luis Mayoral, volvió a recordar lo lejos que está el colectivo de una verdadera inclusión laboral. De hecho, solo dos de cada cien personas con síndrome de Down tiene trabajo, una situación que puede cambiar si hay financiación, recursos estables como los servicios de empleo con apoyo y una actitud positiva por parte del empresariado. En Burgos, según su experiencia esto ya se ha conseguido y el déficit está en la información: «Creemos que a una parte de los empresarios les falta información sobre el potencial de estos jóvenes y si no se conoce algo se generan dudas y si hay dudas la respuesta siempre es un no».