La antigua planta de Tobepal (Amcor Flexibles) en el polígono de Gamonal quedó clausurada en 2001, cuando la empresa trasladó su actividad a Villalonquéjar. Desde esa fecha, muchos jóvenes de Burgos han hallado en esa fábrica un lugar ideal para instalar sus improvisados chamizos. Han tomado sus miles de metros cuadrados para utilizarlos como lugar de reunión, organizar botellones y pintar grafitis, que ‘adornan’ las fachadas de los distintos módulos que se reparten entre la carretera de Vitoria y la calle Alcalde Fernando Dancausa. Pero se trata de un lugar de carece de cualquier tipo de medida de seguridad, el interior está destrozado y constituye un peligro para quienes se mueven por allí. El lunes un menor de 13 años que se encontraba jugando con un grupo de amigos se cayó desde una altura de cuatro metros y sufrió heridas en la espalda. Ayer fue dado de alta en el hospital tras darle varios puntos de sutura.
Los dueños y trabajadores de las empresas vecinas han telefoneado en innumerables ocasiones a la Policía Local y la Nacional para denunciar que se cuelan allí numerosos chavales, que «a veces organizan mucho jaleo». «En una ocasión un compañero escuchó un gran estruendo y avisó a la Policía porque no sabía qué podía pasar», señala un empleado de Bumotor a este periódico. Lo cierto es que entran cuando los negocios de alrededor ya han cerrado o están a punto. «El otro día entraron varios por un agujero de la verja», recuerda el propietario de Neumáticos Javier. Desde Aluminios Campeador también les ven.
Acceso expedito
Y es que no es muy complicado acceder al interior de la parcela. Hay varios boquetes en las verjas y la valla que ‘protege’ la puerta principal no mide ni metro y medio de alto, por lo que cualquier chico es capaz de saltarla con facilidad. Para alcanzar el interior de las naves han apalancado puertas, como las de los muelles que pueden observarse desde Fernando Dancausa, y también han forzado ventanas. Pero curiosamente no hay muchos vidrios rotos. La práctica totalidad de los cristales están intactos, aunque cubiertos por pintadas, como si los ‘okupas’ quisieran mantener la estructura exterior que los protege de las inclemencias del tiempo. Eso sí, quienes lo han visto aseguran que «por dentro está destrozado».
La empresa Tobepal ya no es la propietaria de las instalaciones. En la fachada principal luce un cartel que anuncia su venta y alquiler. Aparece también un teléfono, el de Mobart, que es la promotora titular de la planta. En la empresa están al tanto de que en esas instalaciones se cuelan chavales. De hecho, según explicaban ayer desde la firma, la Policía Local les ha avisado en más de una ocasión de que grupos de jóvenes entran para llevarse objetos. Aunque ya muchos no deben quedar, pues hace casi 15 años que no hay actividad en dicha planta.
La Policía Local se pondrá en contacto con los titulares de la fábrica a fin de que controlen los accesos, ya que en estos momentos no hay ningún vigilante en la zona.
Asimismo, el Cuerpo municipal de seguridad remitirá las diligencias sobre lo ocurrido el lunes a la Fiscalía de Menores. Al margen del muchacho herido fueron identificados sus amigos, uno de los cuales fue quien dio el aviso de la caída al servicio de emergencias de Castilla y León 112.