Antolín amplía con una nueva planta en México su presencia en América

R. Travesí (ICAL) / Burgos
-

La factoría, en construcción, suministrará a partir de 2016 techos, paneles de puerta y piezas plásticas para el Q5 de Audi que se producirá en San José de Chiapas para todo el mundo

Grupo Antolín reforzará su presencia en México con la construcción de una fábrica, operativa el año próximo, que suministrará piezas de automoción para el nuevo modelo Q5 de Audi que ensamblará a partir de 2016 en San José de Chiapas para todo el mundo. La empresa burgalesa espera aprovechar este «acuerdo estratégico» con la marca alemana para posicionarse en el mercado de los paneles de puerta y abrir nuevas oportunidades de negocio en el territorio Nafta, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que engloba a los países de México, Estados Unidos y Canadá.

La nueva planta de unos 13.000 metros cuadrados, que estará ubicada en el Estado de Tlaxcala, se encuentra a 28 kilómetros de la factoría de Audi. La fábrica producirá, en concreto, las partes plásticas y secuenciará los techos elaborados en el centro de trabajo de Antolín en Puebla. La previsión es emplear a más de 300 personas a lo largo de las dos fases de producción en serie, que comenzará en septiembre de 2016.

El proyecto empresarial coincide con la filosofía del Grupo Antolín de estar cerca de las fábricas montadoras de vehículos para ahorrar costes, prestar el mejor servicio al cliente y suministrar el producto más competitivo. Antolín es una de las 15 empresas auxiliares que montará fábrica al abrigo de la factoría mejicana de Audi, que prevé producir unos 150.000 automóviles al año.

El presidente de honor del conglomerado empresarial, José Antolín, reconoce en la revista corporativa que el nuevo proyecto en México es un «importante reto que exigirá lo mejor de nosotros». Un reto que esperaba superar con éxito por la experiencia del grupo auxiliar de automoción en ese país americano, donde el Grupo Antolín ya cuenta con tres plantas de producción y cuatro centros de ensamblaje que emplean a 1.200 personas. Un país donde la empresa burgalesa lleva asentada años, consciente del potencial de México en la industria automovilística y ser el séptimo productor mundial con 3,2 millones de vehículos al año.

Además, destaca que el hecho de que Audi seleccionara al Grupo Antolín como proveedor de su Q5 consolida su posición en el mercado de las puertas «acercándonos a posiciones de liderazgo que ya ostentamos en otras líneas de producto». Según el último balance disponible de la compañía, correspondiente al año 2013, la unidad de negocio de puertas facturó 775 millones de euros (36 por ciento total), solo por detrás del área de techos que está a la cabeza.

Principal cliente

El empresario burgalés recuerda que la «confianza generada» en un cliente «tan exigente» como Audi en la calidad de acabados es fruto del buen trabajo de la producción de los paneles de puerta, techos e iluminación del modelo TT. El siguiente paso será suministrar los techos, los paneles de puerta, los pilares y los paneles de asiento para el todoterreno Q5. El Grupo Volkswagen es el principal cliente de Antolín, al sumar el 23 por ciento del total de las ventas consolidadas.

La carta de José Antolín, dirigida a sus cerca de 15.000 empleados, recuerda que la compañía es la «suma de muchos esfuerzos individuales» y anima a la plantilla a continuar en la línea de la competitividad. Añade que forman parte de uno de los sectores más competitivos del mundo, donde «no podemos bajar la guardia ni un segundo» puesto que es algo que valora, especialmente, el cliente.

La compañía burgalesa se muestra esperanzada en que su nueva factoría en México, que fabricará por primera vez paneles de puerta en el mercado americano para un coche de alta gama como el Q5 de Audi, sea la «puerta de entrada» para un negocio y un área con «muchas expectativas». Las ventas del Grupo Antolín en América del Norte (espacio Nafta) aumentaron un 10 por ciento en 2013, al igual que en la zona Asia-Pacífico, que sirvieron para compensar las bajadas experimentadas en Mercosur y Europa, por la caída del consumo local y el aumento de los costes de producción. La internacionalización es, precisamente, una de las claves del éxito de la empresa burgalesa.