La Semana Santa llena las casas rurales del entorno de Miranda

R.L. / Miranda
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Turistas principalmente vascos y madrileños encuentran en Santa Gadea del Cid, Pancorbo, Guinicio, Bozoó o los pueblos del Condado de Treviño lugares ideales para descansar estos días o conocer rincones de los alrededores

La casa rural de Guinicio tiene como vecina esta bella ermita. - Foto: G.A.T.

 
Los alojamientos de turismo rural cercanos a Miranda viven la Semana Santa con plena actividad, ya que la ocupación roza el 100%. Desde hace semanas no hay plazas en la docena de casas rurales abiertas tanto en la comarca mirandesa, como en Pancorbo y en el Condado de Treviño. El hecho de que esta festividad se celebre este año un poco más tarde ha animado a muchos a hacer las maletas y a salir de casa. Hay ganas de vacaciones y eso se nota en las reservas. «La gente está cansada del frío, del invierno, de no salir de casa, y se coge con ganas», argumenta Javier, propietario de Quinta Término, una de las tres casas rurales de Santa Gadea del Cid. En estos cuatro días, en los que además predomina el buen tiempo, se alojan en su casa dos grupos, cada uno durante dos noches. Unos vienen de Madrid y otros del País Vasco. Son, casualmente, las procedencias que más se repiten en todos los alojamientos rurales de la zona.
Las reservas se realizaron hace aproximadamente dos meses, el plazo de tiempo «más o menos habitual» para estas fechas. Hay quien llama con tiempo y otros, en cambio, apuran hasta última hora. Hasta hace pocos días Javier ha seguido recibiendo llamadas. «Me dicen que han llamado a un montón de casas y que están todas completas, y que incluso podría pedir la cantidad que quisiera por estos días, que se llenaría igual». Pero los precios no suben, se mantienen. Alquilar su casa completa durante dos noches cuesta 280 euros. Es de las más económicas de la zona, donde el precio medio ronda los 320 euros. 
En Bozoó, desde hace casi tres años, funciona Casa Paz. Estos días también está completa. Es más, la reserva se cerró el pasado verano. «La Semana Santa siempre se reserva con mucho tiempo», cuenta Fernando. Los clientes más habituales que visitan la zona son parejas con hijos pequeños o familias que quieren pasar un fin de semana diferente o que buscan un lugar a mitad de camino para reunirse. En la casa de Bozoó hay además otro atractivo, una pequeña granja con cabras, gallinas y conejos que entusiasma a los niños.
Pero, ¿y qué es lo que buscan los clientes en esta zona? Los propietarios coinciden en que la mayoría quiere «tranquilidad» y tener la posibilidad de hacer excursiones a lugares cercanos. Montes Obarenes y el sendero de 60 kilómetros Agua y roca que une Pancorbo con Miranda son algunos de los atractivos. A todo esto se suma la Vía de Bayona, el embalse de Sobrón y su Museo del Agua e incluso el Castillo y el Jardín Botánico de Miranda, al margen de joyas como la ermita románica de San Vicentejo o las cuevas de Laño, en el Condado de Treviño. Es precisamente esta zona una de las que más éxito tiene. «Suele gustar bastante», aseguran. Algunos aprovechan también para visitar Frías, Oña o adentrarse en tierras riojanas, visitando Haro. 
Los propietarios de las casas rurales procuran contar con folletos y mapas con los que asesoran y aconsejan a sus clientes. Siempre tratan de «darles información», aunque muchas veces no hace falta. «Hay quien viene con todo preparado, hasta el mínimo detalle, y sabe perfectamente qué quiere visitar y cómo llegar allí», cuentan, mientras que otros se toman la estancia con mucha más tranquilidad. «Se traen toda la comida y apenas salen de la casa en todo el fin de semana. Vienen a disfrutar de ella».
 
Los alojamientos en la zona van aumentando 
de forma muy pausada
 
 
La crisis se ha llevado por delante a un buen número de casas rurales que abrieron en los tiempos de vacas gordas, cuando los programas Leader y Leader Plus concedían cuantiosas subvenciones. Solo en Castilla y León hay ahora 3.500 alojamientos de turismo rural. No sin esfuerzo, en la zona de Miranda, Pancorbo y Treviño todas están resistiendo los envites de la crisis, e incluso han aflorado más. En tres años han abierto tres nuevos alojamientos, uno en Bozoó, otro en Guinicio y otro en Santa Gadea del Cid, que lleva en marcha apenas medio año. 
Esta última casa rural, situada en la plaza porticada, en el pleno corazón del pueblo, es propiedad de su Ayuntamiento. Se trata del antiguo hospital San Lázaro, que mantiene su estructura original pese a estar completamente reformado. 
Hace seis meses, David Pinedo firmó la concesión administrativa del inmueble por un periodo de cinco años. Se lanzó a la piscina al ver una oportunidad de negocio y, por el momento, no le va mal. En estos días festivos la casa, que tiene cuatro habitaciones, está completa pero, como él mismo dice, «con Semana Santa solo no se vive; hay muchos fines de semana en el año y muchos pagos que hacer». Reconoce que el sector está «flojo» en la zona  y que «cuesta mucho» que vengan clientes, especialmente en los primeros tres meses del año. 
Pese a que en Semana Santa los alojamientos rurales se ocupan sin problema, los propietarios insisten en que es difícil «sobrevivir» en este negocio. «Sería casi mejor no estar completos ahora y mantenerse el resto del año, y ya no digo llenar», mantiene Javier desde Quinta Término, otro alojamiento de Santa Gadea. Lamentan que los visitantes «solo se muevan ahora, estos días. Luego llega el lunes y la casa vacía, y el siguiente fin de semana otra vez». 
Con este panorama, son muy pocos los que pueden permitirse vivir únicamente del turismo rural. En esta zona, prácticamente ninguno. «Es imposible», dicen. Javier asegura que la mayoría  tiene otro trabajo. Mención aparte merece la casa rural La venta del francés, en Pancorbo, arrendada a la empresa que está desarrollando las obras del Puerto Seco. Sus propietarios admiten que era difícil alquilarla todos los fines de semana y que, de esta manera se aseguran unos ingresos.