La Virgen de las Viñas por las calles de Aranda

Máximo López Vilaboa / Aranda
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No siempre la procesión de la patrona de Aranda de Duero se ha desarrollado en torno a su ermita como es lo tradicional y hay constancia testimonial de al menos cuatro años en que se realizó el recorrido por el casco urbano

Procesión del día de la Virgen de las Viñas de 1964, por la plaza de Santa María. - Foto: Archivo de Máximo López

Hoy, como día grande de las fiestas de Aranda, la imagen de la Virgen de las Viñas volverá a salir en procesión alrededor de su ermita. Esto es lo tradicional pero ha habido ocasiones en que esta procesión se ha desarrollado de manera distinta.

Precisamente este año se cumple medio siglo desde la última procesión en que no se pudo cumplir con la tradición, la patrona de Aranda tuvo que salir por las calles de Aranda y no por los alrededores de la ermita. Aquel domingo, 13 de septiembre de 1964, la Virgen de las Viñas procesionaba por las calles del centro de Aranda de Duero ya que la ermita acababa de sufrir un aparatoso incendio unos días antes, el 26 de agosto. La habitual novena y posteriores cultos en honor a la Virgen de las Viñas se habían celebrado en la parroquia de Santa María, donde se había depositado la imagen.

En la fotografía que se reproduce junto a estas líneas podemos ver cómo la procesión está pasando por la calle la Sal, frente al Hotel Ulloa. La Virgen de las Viñas va en la habitual carroza barroca y escoltada por la Guardia Civil.

Para los otros traslados de la imagen, ocasionados por el incendio, se utilizaron andas, dada la gran distancia para realizar este trayecto en carroza. Dichos traslados fueron del Albergue de Turismo a la parroquia de Santa María, el 27 de agosto de 1964, y el regreso a la ermita fue el 4 de abril de 1965, una vez que se habían realizado los arreglos más urgentes.

GUERRA CIVIL

No obstante las de 1964 no han sido las únicas fiestas del siglo XX en las que la procesión de la Virgen de las Viñas se desarrolló por las calles del centro de la capital ribereña. También sucedió lo mismo durante las fiestas de 1936, 1937 y 1938, en las fiestas que coincidieron con la Guerra Civil Española. Según los periódicos de la época se decía que la imagen de la Virgen de las Viñas se había bajado a la parroquia de Santa María para que estuviese en medio de su querido pueblo en aquellos terribles momentos y darle así protección.

Lo cierto es que las tropas italianas de Mussolini, que habían venido a luchar en la Guerra Civil, tenían ocupada la ermita de la Virgen de las Viñas. Lo que en principio era una solución provisional, en que ocupaban algunas estancias, se había convertido en un grave problema. El inicial levantamiento militar que se creía que únicamente iba a durar unos días o, a lo sumo, unas semanas, se había convertido en una sangrienta y larga Guerra Civil que duraría casi tres años.

Los italianos utilizaban la ermita como cuartel, polvorín y almacén de intendencia. Además las tropas de Mussolini utilizaron para alojarse durante la Guerra Civil, según un documento de 4 de junio de 1937 en el que se habla del suministro de agua, otros edificios de Aranda: el Instituto de la calle Isilla (donde ahora está la Casa de Cultura), los dos cines y la Sociedad de la Tertulia, en la Plaza Mayor. En el caso del Cine de la calle Isilla, compartían algunas dependencias con las tropas de Aviación.

La utilización de la ermita de la Virgen de las Viñas para uso militar la hacía susceptible de poder ser bombardeada por la Aviación republicana y por eso se precipitó la decisión de bajar la imagen a la parroquia de Santa María. El 1 de septiembre de 1936, habiéndose tomado la decisión tan solo dos horas antes, se subió a la ermita a la 8 de la tarde, se puso la imagen en unas andas y se bajó a la ciudad. Según se entraba en Aranda se fueron sumando gran cantidad de arandinos que acababan de conocer la noticia del traslado de la imagen. Cuando entraba en Santa María ya era de noche y había una gran multitud, a la que se habían unidos los requetés y los falangistas, con su banda de música. Por las calles de Aranda se rezó el rosario y, ya en Santa María, su párroco, don Julián Muñoz, exhortó a todos los presentes a acudir a la Novena que empezaba el 3 de septiembre. Las crónicas del momento decían que «la concurrencia ha sido inmensa y el entusiasmo delirante». La fiesta y procesión se desarrolló con la austeridad propia del momento, en la iglesia de Santa María y los alrededores. Idéntico formato tuvieron las fiestas de 1937 y 1938.

Junto a estas líneas vemos el programa de actos religiosos de 1938. Figura la mención de “Año VII” que se refiere a las fiestas que lleva organizando la cofradía, desde su fundación en 1932. En este mismo programa de mano se hace mención al recorrido de la procesión del día de la función: Plaza de Santa María, calle del Puente (actuales calles la Sal y el Aceite), Plaza Mayor, calle Tetuán (actual calle la Miel) para finalmente volver a la parroquia.

Una vez concluida la Guerra Civil, la imagen regresará a su ermita el 17 de septiembre de 1939, precisamente ahora hace 75 años. La fotografía que se reproduce en esta página pertenece a aquella fecha y se ve cómo está pasando junto al Humilladero.