Si los plazos se hubieran cumplido, esta tarde los mirandeses acudirían a la reinauguración del Teatro Apolo. El 4 de octubre fue la fecha que el alcalde señaló meses atrás, cuando las obras avanzaban a buen ritmo y nada hacía presagiar un retraso como el que ha habido. Se quería hacer coincidir la esperada apertura del teatro con la fecha de su inauguración en el año 1921. Era el día idóneo. Sin embargo, todavía habrá que esperar al menos a los primeros meses de 2015 para que los ciudadanos comprueben con sus propios ojos el espectacular cambio que ha experimentado la sala y disfrutar de las primeras obras sobre el escenario.
Los problemas entre el Ministerio de Fomento y la empresa adjudicataria, Copcisa, no se han resuelto de un día para otro, pero al final la situación se da por «desbloqueada». Cuando la obra finalizó se detectaron varios incumplimientos del contrato que afectaban a rebajes, limpieza, puesta en marcha de elementos técnicos, etcétera. Unas tareas que el Ayuntamiento exigió que se completaran antes de que Fomento le entregara la obra. Y así ha sido. Responsables del Ministerio confirmaron a Campo en una reciente reunión en Madrid que todas las tareas ya están terminadas y que la obra está lista para ser entregada. «En la reunión se desbloqueó la situación y la previsión es que antes de finales de mes nos entreguen el Apolo», aseguró el alcalde. El edificio, situado en el corazón del Casco Histórico, está permanentemente vigilado con cámaras de seguridad para evitar actos de vandalismo, como el que se dio hace unos meses con la rotura de la luna en la entrada principal. Ahora, hay cámaras que cubren todo el perímetro del edificio y agentes de seguridad «por el día y por la noche y que paga la empresa», señalaron desde el Ayuntamiento.
Una vez que se recepcione el teatro será el momento de comenzar a equiparlo. Para la adquisición del equipo de sonido se han liberado 22.500 euros, lo que garantizaría la conexión de hasta 24 micrófonos, y en la iluminación se invertirán otros 22.100 euros. También falta por colocar la tarima del escenario y las butacas, que costarán 105.550 euros. La cuestión que está pendiente de resolverse es la adquisición y el montaje del resto del equipamiento -principalmente la tramoya-. A este fin se destinará probablemente parte del dinero que la Junta ha comprometido para el teatro. La cuantía prometida para costear las obras aún no ha llegado (alrededor de un millón de euros), pero en las próximas semanas va a haber novedades. «Tengo el compromiso del presidente de la Junta y con el consejero Silván he hablado dos veces. Estoy pendiente de que llegue el escrito oficial para saber la cantidad de dinero que nos van a dar», subrayó el alcalde. Una aportación que permitirá «contratar el resto del equipamiento» y que «cubriría sobradamente las necesidades de lo queda». Lo que todavía desconoce Campo es si esa aportación cubriría la deuda completa.
La pregunta que sigue en el aire es cuándo abrirá el teatro, cuyas obras empezaron en 2010 invirtiéndose 6,2 millones de euros. El alcalde no se atreve a dar una fecha, pero confía en que el edificio esté disponible «en los primeros meses de 2015». La rehabilitación del teatro era uno de los objetivos que se marcó a principios de la legislatura, por lo que se hará lo posible para inaugurarlo antes de las elecciones de mayo.