La depuradora costará 1,4 millones y tratará el agua de 2.500 vecinos

I.P. / Arcos de la Llana
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El pleno de mayo aprobará la firma del convenio con la Sociedad Pública de Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), que licitará la obra y gestionará su mantenimiento durante 25 años

El crecimiento de Arcos requería una solución al tratamiento de las aguas. - Foto: T.A.

 
Con el proyecto de la nueva estación depuradora y colector encima de la mesa, el pleno municipal de Arcos de la Llana que se celebrará el próximo mes de mayo aprobará la firma del convenio con Somacyl, la Sociedad Pública de Medio Ambiente de Castilla y León, dependiente de la Administración regional, que ejecuta el proyecto y le financia en un 80%, mientras que el 20% restante corre a cargo de las arcas municipales. El presupuesto de la obra asciende a 1.369.943 de euros. A partir de la firma del convenio, Somacyl licitará las obras que tendrán una duración de seis meses y que deberá estar finalizada en 2015, por lo que los trabajos podrían comenzará a finales del próximo verano.
Con la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales, Arcos de la Llana resuelve uno de los principales problemas que tiene actualmente, ya que la instalación actual está prevista para una población en torno a los 500 habitantes, por lo que se ha quedado pequeña para tratar las aguas de la población actual, que ronda los 1.530 vecinos. Con proyección de futuro, la nueva estación se ha diseñado para tratar las aguas de una población de 2.500 habitantes y con posibilidades de ampliación si fuera preciso, según explica el alcalde, Jesús María Sendino.
Se ubicará a unos 350 metros aguas abajo de la actual, en una parcela de 15.000 metros cuadrados que ha adquirido el Ayuntamiento, a la que se conectará a través de un colector.
Se trata de una depuradora  biológica de bajo mantenimiento  que contempla tres etapas de tratamiento: un pre-tratamiento, el tratamiento primario y el tratamiento biológico. La principal característica de este sistema es que el agua sucia y el aire entra a través de unos biodiscos a una especie de película de bacterias que se alimentan del agua sucia, ésta cae y deja el agua limpia que sigue un camino diferente a los lodos. Técnicamente, el pre-tratamiento incluye un sistema de desbaste de limpieza automática; consiste en un pozo de gruesos que estaría precedido de una arqueta-aliviadero para el caso de que el caudal recibido no pueda pasar en su totalidad a través de la planta. La salida del pozo incorpora a la salida una reja de gruesos de limpieza automática donde se retienen y separan los sólidos más gruesos. Las aguas residuales que pasen a través de las rejas de gruesos irán a parar a un pozo de bombeo, que llevará el agua hasta el siguiente sistema de desvaste, ‘retotamiz’, donde se retendrán los sólidos más finos; estará alojado dentro de un edificio de control y dispondrá de un aliviadero por si el resto de procesos de depuración no puedan soportar el caudal recibido, como en caso de tormentas.
Pasados los procesos de pre-tratamiento, cribado y remoción de arenas, el siguiente punto de la línea de depuración será el tratamiento primario que consiste en un decantador-digestor o tanque de sedimentación primario donde pasará el agua residual filtrada por el rototamiz, en el cual se sedimentará gran parte de los sólidos y flotarán las grasas; además, servirá para almacenar los lodos procedentes del decantador secundario hasta su retirada y traslado, ya que en esta instalación no se tratarán los lodos. 
Posteriormente, llegará el tratamiento biológico basado en un contactor biológico rotativo que gira despacio accionando un motor con una superficie de contactores para depurar biológicamente las aguas residuales. Este contactor también servirá para eliminar el nitrógeno de las aguas residuales. El proceso culmina en un decantador secundario o tanque de sedimentación final, equipado con un conducto de desenlodado y sistema de bombeo de retorno de lodos que retornaría los posible lodos de este tanque a la etapa de tratamiento primario.