El Ejército se sumará hoy, con un grupo electrógeno y bombas de achique, a los trabajos que se vienen realizando desde hace diez días para que el agua no llegue a la zona visitable de la Mina Esperanza, según manifestó el alcalde de Olmo de Atapuerca, Eduardo Cerdá, quien ayer estuvo coordinando las labores para hacer descender el nivel de agua en la parte que no se visita de la mina que se abrió al público el día 16 de marzo.
«Llevamos diez días sacando agua del interior de la mina, aproximadamente unos 200 litros por minuto, y todavía queda mucha porque el nivel friático sigue subiendo y las paredes rezuman agua debido a las intensas lluvias de la semana pasada y que al estar en un complejo kárstico están hueca por dentro», señala Cerdá, a la vez que recuerda que están trabajando continuamente con tres bombas, dos de la propia mina y una cedida por la Diputación, «pero hoy se unirá una más del Ejército, con un grupo electrógeno, lo que nos permitirá intensificar los trabajos de achique.
A pesar de la importancia de la inundación, el alcalde destaca el hecho de que el agua no ha llegado a la zona visitable de la mina, estuvo a un metro en los primeros momentos y ayer ya estaba a tres por debajo de esa zona visitable, lo que permitirá tener abierta al público la instalación este fin de semana. «Tenemos numerosas reservas para estos días y se podrá entrar en la mina, ya que en la zona visitable no hay agua y el barro lo retiramos todos los días», afirma Cerdá, quien también recuerda que el agua y las lluvias no representan ningún riesgo para los visitantes de la Mina Esperanza.
El alcalde, Eduardo Cerdá, agradece la colaboración de Diputación y Ejército. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso Cerdá afirma que la instalación está en perfectas condiciones para ser visitada y se muestra muy satisfecho por la respuesta que está teniendo esta iniciativa, ya que la asistencia en estos primeros veinte días está siendo muy alta, «y la gente sale muy contenta», indica.
Futuro ambicioso
La puesta en valor de la Mina Esperanza vinculada e integrado en el Sistema Atapuerca, idea que ha defendido siempre el alcalde porque, como reitera, ni los yacimientos de la Sierra se pueden entender sin este complejo minero ni éste puede dejar de verse como parte de la Sierra. De ahí que la visita a la mina se incorporará en el recorrido de los yacimientos, completando y enriqueciendo así el aspecto paleontológico de Atapuerca con el geológico del complejo minero.
El viaje a las entrañas de la mina costará ocho euros e incluye almuerzo en la galería La Caverna y el transporte en un vehículo de 12 plazas que saldrá cada media hora de la plaza de Santa Bárbara. Los 200 metros visitables ahora son solo el principio de un proyecto más ambicioso que se irá haciendo realidad por partes, como por ejemplo la instalación de un Museo de los Minerales para mostrar los aspectos geológicos del entorno paisajístico y de la mina.