La empresa Talgo, ubicada en la vecina localidad alavesa de Rivabellosa, afronta el mayor contrato de su historia para la fabricación de los trenes de alta velocidad que circularán por el desierto de Arabia Saudí. Y a ellos se suman otros contratos para Kazajistán y Rusia, lo que en total supone la fabricación de más de 1.600 vagones y trabajo garantizado, al menos, hasta 2016.
Todo ello ha obligado a la compañía a iniciar una ampliación de sus instalaciones, que como ya avanzó DB hace semanas empezó en enero, y que en los planes de la marca puede suponer la creación de unos 130 puestos de trabajo directos además de hasta otros 400 indirectos, que vendrían a sumarse a los 460 directos y alrededor de 1.000 indirectos que la actual actividad fabril genera en esta planta alavesa.
Pero la generación de empleo no es inmediata, ya que Talgo, como ayer explicó al lehendakari, Íñigo Urkullu, en una visita que realizó a la planta, debe decidir si la segunda -y principal- fase de ampliación la hace en Rivabellosa o bien la lleva a otro país donde la empresa tiene importantes clientes y puede recibir apoyos para ejecutar la inversión.
«Depende varios factores, especialmente de las condiciones que se den aquí y de los apoyos que tengamos de las instituciones; hay otras alternativas en el extranjero donde tenemos clientes muy importantes que están empujando mucho porque se hagan cosas allí», explicó Roberto Martínez, director de Fabricación de Talgo, que ayer, tras la visita del lehendakari acompañó a este periódico y a otros medios por las instalaciones.
Desde Talgo, no obstante, se desea que el proyecto se quede en Rivabellosa, ya que tienen terrenos propios disponibles junto a la planta, y ello permitiría concentrar toda la fabricación de vagones en una única ubicación (las cabezas tractoras se hacen en Madrid).
«Necesitamos aumentar la producción como sea, aquí o en otro sitio, y eso lo estamos decidiendo ahora, porque hay que hacer obra y llegar a tiempo para tener esa capacidad a nivel de producción; nos gustaría que fuera aquí, y para eso necesitamos el apoyo de las instituciones», expuso Martínez, poniendo el valor la colaboración entre industria y administraciones para generar empleo.
Miranda, esencial
Además, la ubicación es idónea para las posibles necesidades de personal cualificado, al existir en la zona por tener a Miranda como un gran núcleo industrial y de Formación Profesional. De hecho actualmente se calcula que más de un 80% de la plantilla de fábrica procede de Miranda. A ello se une que la propia Talgo posee en la factoría su propia escuela de soldadores de aluminio, ya que cada vagón posee kilómetros de soldaduras de aluminio, trabajos en los que Talgo tiene a profesionales muy cualificados.
Las necesidades de Talgo radican en pasar del coche al día que actualmente producen en una cadena de montaje de unos 40 puestos diferentes a, al menos, uno y medio si no dos al día, y así poder hacer frente a los compromisos contractuales de entrega de los trenes. Para ello se levantan ya dos naves que suman unos 4.500 metros cuadrados de superficie y en las que invierten 9 millones de euros.
Una permitirá la fabricación de estructuras de aluminio para vagones más largos y más anchos que los actuales [los de Arabia Saudí son más largos, por ejemplo, que los AVE que circulan por España]. La otra será para seis cabinas de pintura de 24 metros de longitud.
La segunda fase, con una inversión adicional prevista de 24 millones de euros, sería para hacer otra fase de 6.000 metros cuadrados dedicada a la fabricación de subconjuntos soldados de aluminio. Y todo debe estar listo para finales de año, ya que la actividad de fabricación del tren árabe empezará en enero de 2014.