En una población envejecida las actividades destinadas a la tercera edad cada vez tienen una mayor relevancia. Por este motivo, desde el servicio municipal del Centro Sociocultural de Mayores (CSM) en este curso 2018/2019 se van a aumentar el número de talleres para conseguir superar la barrera de los 500 usuarios. Una cifra que el curso pasado se quedó muy cercana puesto que el concejal de Servicios Sociales, Pablo Gómez, destaca que fueron 482 las personas que participaron en los talleres organizados en el CSM y de todas ellas un 77% eran mujeres.

El Centro, cuya gestión se hace mediante una empresa, tiene un presupuesto municipal de 209.990 euros aunque para los talleres se va a destinar un total de 66.000 euros. De momento, en la planificación se tienen programados 44 cursos con 636 plazas disponibles, una cifra superior al año pasado, cuando se sacaron 40 talleres, aunque finalmente tan solo 38 fueron los que se pusieron en práctica puesto que «si no hay un mínimo de ocho usuarios apuntados no se da salida», aclara el responsable municipal.

En cualquier caso, Gómez resalta que la línea que se ha seguido en la organización del curso es «continuista», puesto que ensalza que la valoración que se hace por parte de los usuarios es positiva. De hecho, el concejal señala que la mayoría de los talleres tienen una nota que sobrepasa el nueve sobre diez y en los peores casos «estamos en un ocho, por lo que la aceptación ha rozado siempre el sobresaliente, de ahí que se continúe», apunta Gómez.

Lo que se busca por parte del Ayuntamiento es desarrollar programas de envejecimiento activo, que en este caso se financian con fondos municipales. Una realidad que lamenta el concejal puesto que dentro del Acuerdo Marco de los Servicios Sociales suscrito con la Junta de Castilla y León hasta el año 2019, Miranda no va a recibir ninguna cantidad por este concepto a pesar de que Gómez defiende que muchos de los talleres podrían entrar en la cofinanciación.

El envejecimiento activo del que habla el responsable municipal es el objetivo puesto que la edad media de las personas que se apuntan a estos programas es de más de 70 años. En concreto, en el curso pasado los 482 usuarios tenían un promedio de poco más de 71 años, aunque en el anterior era de 73. 

En cuanto a los programas, se centran tanto en actividades físicas como en otras más teóricas. Dentro de la primera categoría hay propuestas desde gimnasia hasta grupos para ir a andar y dentro de la segunda hay una mayor variedad puesto que hay algunos en los que los mayores se inician en la informática o en el inglés, pero también hay otros más enfocados a la memoria o al manejo del estrés.

Para desarrollar la actividad, junto con el resto de la programación habitual del CSM, el equipo está compuesto por el responsable del centro, un coordinador, un técnico de animación sociocultural, la conserjería «y luego está el grupo de monitores, que está formado por 14 pero depende un poco de los talleres que terminen por salir», añade Gómez.

Para las personas que estén interesadas en acceder a alguno de los 44 cursos programados se aclara que son gratis para las actividades de carácter relacional. En cuanto al resto de los talleres anuales, estos tienen un precio de sesenta euros, mientras que los no empadronados tendrán que pagar diez euros más. En el caso de los cuatrimestrales el precio será de 35 euros para los empadronados y de 40 para las personas de fuera.