Artistas y amigos de Ignacio del Río le homenajearán en el Arco

R. Pérez Barredo / Burgos
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El IMC ha propuesto este tributo, que se celebrará en las fechas que el pintor había reservado para su tradicional muestra de final de año, entre el 4 y el 20 de diciembre

Ignacio del Río tenía reservadas las fechas para su tradicional exposición de finales de año en el Arco de Santa María. Nunca perdió el maestro, fallecido el pasado 31 de julio, la esperanza de volver a mostrar la esencia de su genio en este espacio fetiche para él, el lugar al que venía acudiendo puntualmente cada mes de diciembre desde hace lustros, cuando por el Espolón se derramaba una fragancia de castañas, Tuco convertía la vieja puerta de entrada a la ciudad en una invitación musical y el Marlen saludaba con ademanes victorianos y voz de trueno a las engalanadas señoras que acudían al reclamo del genio local. Este año no regalará polvorones el artista, ni lanzará requiebros a las mujeres más hermosas, ni paseará su inconfundible perfil bohemio por aquí y por allá mostrando este paisaje de otoño, aquella marina inundada de luz o ese retrato prodigioso. Pero su espíritu estará muy presente.

Para homenajear a Ignacio del Río en las fechas que para él se habían reservado -entre el 4 y el 20 de diciembre-, el Instituto Municipal de Cultura va a proponer a la legión de artistas y amigos del pintor que honren su memoria con una gran exposición. «Se nos ocurrió el mismo día del funeral, nos pareció oportuno y la mejor manera de mantener viva su memoria en los días en que él era protagonista en la ciudad», dice Ignacio González, gerente del organismo municipal, que quiere contar también con la opinión de la familia.

Será una muestra colectiva y los artistas encargados de la selección serán los pintores y amigos María José Castaño y Fernando Arahuetes. Seguro que no falta nadie, y eso que Ignacio del Río cultivó la amistad y el cariño entre artistas profesionales y amateurs por igual, por lo que la nómina se presupone extensa. No será tarea fácil, seguro.

El IMC quiere que este homenaje no se ciña exclusivamente la pintura, sino que trascienda y se convierta en un acontecimiento cultural que resalte la figura del último bohemio, del enfant terrible del arte burgalés.

El artista burgalés siempre se rodeó también de músicos, escritores y actores, y es intención del Instituto Municipal de Cultura que durante esas semanas se celebren en el Arco espectáculos que conjuguen el teatro y la música, y que también el homenaje sea literario, con textos escritos para la ocasión por quienes siempre dedicaron palabras a la obra y a la figura del inolvidable artista burgalés.

La fundación, este año. Según ha sabido este periódico, el proceso para la constitución de la Fundación Ignacio del Río, uno de los últimos deseos del artista, está muy avanzado. Ya se han redactado los estatutos y la familia, que será la depositaria del legado, la que dirigirá la fundación para preservar y proyectar el legado del pintor, confía en que pueda ser una realidad antes de que termine este año.

Antes de su fallecimiento, Ignacio del Río acordó con el Ayuntamiento de Burgos la cesión de alrededor de una treintena de obras para que sean expuestas en el Monasterio de San Juan una vez se lleve a cabo la reorganización de este espacio municipal. Asimismo, el Consistorio se ofreció a guardar en estancias de este inmueble toda la obra del artista que es propiedad de la familia mientras esta lleva a cabo la creación de la fundación, que estará presidida por su hijo Adriano.