El Arzobispado asumirá el cambio de la nueva valla en la calle Trinas

Á.M. / Burgos
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El cerramiento que ya sustituye al antiguo muro no era del agrado de la Diócesis, que pagará un coste añadido de 13.000 euros

Tras 16 años esperando una solución contemplada en los dos últimos planes generales, a los vecinos de la calle Trinas unos días más o menos para ver zanjadas las obras de demolición del muro que les ‘acosaba’ no les supondrá un problema, pero lo cierto es que la recepción final se está retrasando notablemente.

Las obras, encargadas por el Ayuntamiento a la empresa RFS con un coste de 77.000 euros, se basan en tumbar el muro de piedra, retranquearlo y construir una acera en condiciones. Poca historia. Sin embargo, cuando la actuación estaba prácticamente culminada, el Arzobispado, que es el dueño del San Juan de la Cruz, el colegio aledaño, pidió al Ayuntamiento que modificara el nuevo cerramiento previsto para su propiedad al considerar que no aportaba la privacidad suficiente.

Concretamente, se alegaba la «gran pérdida de privacidad en el interior de la parcela». Es evidente que el extinto muro otorgaba mucha de esa «privacidad», tanto que convertía la calle en un pasaje contra el que los vecinos se levantaron llevando el caso incluso al Procurador del Común, que instó al Ayuntamiento a poner fin a esa situación.

Consciente de que eso rompía la baraja, y sobre todo el presupuesto, la Diócesis se ofreció desde el primer momento a abonar el sobrecoste que conllevará el refuerzo del material elegido, que será de algo más de 13.000 euros. Hechos los informes oportunos, los técnicos municipales no le encontraron objeción al cambio buscando «aunar intereses y conciliando el ornato público y la independencia y privacidad de los ocupantes», según el informe elaborado en enero para culminar la actuación conforme a los requerimientos de la Iglesia.

Terminado en días

Tras aceptar la modificación del tipo de valla elegida en un primer momento, se procedió a tramitar la modificación. Para agilizarla, se pactó que el Ayuntamiento pagaría la ejecución material de la obra, que no tendrá incremento alguno para las arcas públicas, y la Iglesia el material. RFS se ha encargado de la totalidad de los trabajos y la nueva fecha para su culminación es el 6 de marzo,aunque en realidad la obra ya está terminada. A juzgar por lo que ha tardado en desaparecer, el muro de marras parecía el de Berlín.