Los investigadores creen haber hallado los restos de Cervantes

AGENCIAS
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Los científicos defienden que han descubierto los huesos que corresponden al escritor y a su esposa en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, mientras el Ayuntamiento pide prudencia

Cautela e ilusión en la misma proporción. Mientras los investigadores defienden que han encontrado los restos de Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde fue enterrado, el Ayuntamiento llaman a la prudencia. Lo único que se confirmó ayer es que los restos analizados «están en muy mal estado», según indicó el equipo de científicos liderado por Francisco Etxeberría. Los huesos de escritor estarían mezclados con la que fue su esposa, Catalina de Salazar, y otros adultos más de la familia.

Todo parece indicar que la tumba analizada no es el punto de enterramiento del autor de El Quijote en 1616, sino el lugar al que se trasladaron sus restos óseos con posterioridad a 1673, cuando comenzaron las obras de remodelación de la iglesia, ahora catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y ubicada en el castizo barrio de Las letras.

Las pruebas con un espectrómetro de masas han permitido analizar la composición ósea y datar los restos de manera que coincidirían con los de Miguel de Cervantes, su esposa, y otros individuos que fueron enterrados en la misma época, en localizaciones también comprobadas en la investigación. No obstante, no se ha hallado el esqueleto completo de Cervantes sino huesos en muy mal estado, entre los que se encontrarían fragmentos de la mandíbula.

Sin garantía.

Ante el anuncio de los investigadores, el consistorio madrileño sostuvo una cierta precaucación sobre el hallazgo y subrayó que, «a día de hoy», el descubrimiento no garantiza que se hayan localizado los restos.

La primera esperanza de haber dado con los huesos del manco de Lepanto se dio a conocer el pasado 25 de enero, cuando los expertos que le buscan en las Trinitarias localizaron un féretro en la zona de nichos con las iniciales M.C. remachadas en hierro, donde está documentado que fue enterrado.

Los cuatro equipos que participan en la búsqueda de los restos de Cervantes tienen como misión dar con los huesos de una persona con unas características muy determinadas, las de un varón de 69 años, con solo seis dientes, con la mano izquierda atrofiada y con trozos de plomo por arcabuzazos.

Su antebrazo y mano izquierda quedaron atrofiados tras la batalla de Lepanto y podrían albergar partículas de plomo procedentes de los disparos que el escritor recibió en esta contienda, donde se contabilizaron hasta 30.000 bajas.

De ser cierto el hallazgo de los restos del ilustre de Alcalá de Henares, confirmaría la tesis de que los huesos nunca salieron del convento, aunque sí fueron trasladados dentro de la cripta a causa de las remodelaciones de la iglesia.

Se da la circunstancia de que este año se cumplen cuatro siglos de la publicación de la segunda parte de El Quijote.