Cerca del 10% de bares de Aranda están en venta

B.A.
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Mientras los restaurantes y asadores siguen en auge, los bares están entrando en una crisis que ha llevado a sus dueños a poner en venta o en traspaso a casi 30 locales en los últimos meses

En poco más de tres meses cerca de una treintena de bares de Aranda de Duero ha colgado de sus persianas el cartel de traspaso o venta, un dato significativo que según expertos inmobiliarios lleva a pensar en una crisis del sector, como la que está sufriendo el pequeño comercio. En la actualidad, la ciudad cuenta con unas 320 licencias de hostelería, de las cuáles entre 25 y 30 han dado el paso de traspasar o vender el negocio recientemente, lo que supone que cerca del 10% de estos locales quedan disponibles, estando algunos de ellos abocados al cierre definitivo. 

Quiénes trabajan directamente con estos negocios, como son los distribuidores de bebidas o las inmobiliarias han sido los primeros en darse cuenta de la caída de esta parte más básica del sector de la hostelería. «En menos de tres meses me han entrado más de diez bares. Eso antes jamás había pasado. En Aranda antes no se cerraban bares, ha sido un sector que ha generado mucho dinero y empleo», explica Rubén Madrigal, de Hunter Properties, que augura que pasado el verano y las fiestas de Aranda se sumarán más establecimientos a esta lista. 

Esta crisis está afectando a los bares más pequeños, los que generalmente no tienen cocina y suministran solo bebida, ya que tanto los asadores como los restaurantes de Aranda siguen en auge. «Además del factor económico es muy importante el cultural. Los impactos de consumo han cambiado durante los últimos años. Aranda siempre ha sido una ciudad de alterne y ahora este se ciñe a viernes, sábados y domingos. Se han adoptado otras costumbres que están afectando», señala Carlos Medina, tesorero de la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera.

Estos establecimientos están repartidos por todo Aranda, y como señalan desde Hunter Properties los del centro tienen más facilidad de traspasarse que los de los barrios, que se intentan vender o se cierran. «Al haber más tránsito de gente es más fácil encontrar un comprador, aunque luego lo explote durante dos o tres años y lo vuelva a soltar porque no da más. La queja de los propietarios es que no pueden hacer frente a los gastos de impuestos, luz o empleados». 

Muchos de estos bares que ahora están cerrando tienen su origen en la crisis, cuando muchas personas buscaron una salida laboral montando un negocio de hostelería, sin formación ni experiencia. Respecto a los precios de traspaso de estos locales la media es de entre 20.000 y 30.000 euros, cuando la media hace unos años era entre 70.000 y 80.000 euros, como explica Rubén Madrigal, que vendió hace años algún bar que vuelve a tener a la venta en la actualidad. Respecto a los propietarios de estos negocios nos encontramos con dos tipos de personas; aquellas que deciden vender o traspasar porque están viendo las dificultades futuras y quieren soltarlo antes de que sea tarde, y las que están arruinadas y no tienen otra salidas.