Montoro defiende que la reforma fiscal no tocará el IVA y bajará los impuestos

AGENCIAS
-

El ministro de Hacienda adelanta que España ya se puede permitir reducir los tributos, lo que dará un respiro a trabajadores y empresas

PLENO DEL CONGRESO - Foto: Sergio Barrenechea

 
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que España se puede permitir bajar los impuestos y además lo necesita para dar un respiro a los trabajadores, empresas y familias y para que, al haber más dinero circulando, suba la inversión y el consumo y se impulse la actividad económica. 
 Así lo señaló el ministro durante su comparecencia en el debate sobre la reforma fiscal en el Pleno del Congreso, primer trámite de la norma, donde avanzó que el país se puede permitir esta rebaja fiscal porque la mejora del cuadro macroeconómico está devolviendo la confianza, porque la actividad y la lucha de la Agencia Tributaria están impulsando la recaudación y porque no se perjudicará a la financiación de la economía si se mantiene la contención y austeridad en el gasto público. 
 Además, Montoro recordó que el Gobierno prometió a los ciudadanos que bajaría los impuestos en las elecciones del año 2011. Aunque las circunstancias han llevado al Ejecutivo a retrasar el cumplimiento de este compromiso, el político aseveró que ha llegado el momento de llevarlo a cabo. 
 La reforma nace con un doble objetivo: compensar a los contribuyentes por los esfuerzos hechos a lo largo de la crisis para controlar el déficit e introducir diversos factores de estímulo para consolidar la recuperación incipiente y afrontar nuevos horizontes de crecimiento y creación de empleo. 
 A juicio de Montoro, la reforma convertirá a los ciudadanos en un motor para la recuperación y hará que la sociedad se convierta en la protagonista del relanzamiento de la economía con sus decisiones de ahorro, consumo e inversión. «Son los ciudadanos los que van a llevar el barco a buen puerto», alertó. 
 De hecho, aseguró que nada es tan prioritario como la creación de empleo y ahora que se están poniendo en orden las cuentas y que las reformas han devuelto la confianza a los inversores, es el momento de atender las expectativas de los más de cuatro millones de personas que siguen en el paro y esperan que la recuperación «entre por fin en sus hogares». «El Gobierno no olvida a ninguno de ellos», remarcó.
 
EN DOS FASES. El ministro explicó que la rebaja fiscal se desarrollará en dos fases (2015 y 2016) y devolverá 9.000 millones a los ciudadanos (5.900 millones a través de la rebaja de IRPF y 3.100 millones por los cambios en Sociedades). Implica cambios en diversos tributos, pero no eleva el IVA porque el Gobierno cree que es «innecesario» y que sería «contraproducente» para la recuperación. 
 El titular de la cartera de Hacienda reconoció que hay quien duda de los efectos de la reforma en las cuentas públicas, pero matizó que los ingresos totales de este año supondrán el 38% del PIB, el umbral en el que Estado puede sostener los servicios públicos fundamentales. 
Esta explicación no convenció, no obstante a la oposición. PSOE, Izquierda Plural, UPyD y parte del Grupo Mixto que enmendaron en su totalidad la reforma y la tacharon de regresiva y electoralista. 
El portavoz socialista en la Comisión de Economía del Congreso, Pedro Saura, justificó la decisión porque «el Ejecutivo gobierna para la parte más alta de la riqueza» y plantea una reforma que es una mezcla entre «electoralismo, mentira, ideología e irresponsabilidad».