á.m. / burgos

Lo advirtió el presidente Herrera el lunes y lo ratificaron tantos miembros del Ejecutivo regional como fueron preguntados por los presupuestos regionales para 2014, que se hicieron públicos ayer coincidiendo con la fecha tope para hacerlo marcada en el Estatuto de Autonomía. Ahora la prioridad, dijo el jefe del Gobierno de Castilla y León, es levantar la persiana y afrontar el funcionamiento de los servicios públicos.

Conocidos los números, parece obvio que Juan Vicente Herrera no mintió. Porque no, con estas cifras no serán días para cortar cintas ni para mover las hormigoneras, algo que generó ayer las primeras críticas (de los sindicatos y la patronal, entre otros) de quienes han visto frustrada su esperanza de que la Junta alubrambrara unos presupuestos expansivos que contribuyeran a la generación de empleo a través de la inversión directa. Al menos en Burgos, no será el caso.

Las consejerías han reservado 13,6 millones para inversiones en la provincia a lo largo del próximo año, lo que implica un retroceso del 43% con respecto al año en curso (24 millones). Yendo más allá, la cifra es casi un tercio de lo consignado en el año 2012, cuando se plantearon inversiones por valor de 37 millones. Esa perspectiva de tan solo dos años es el cuadro que han pintado las políticas de contención impuestas para sostener el déficit.

Entre las partidas más relevantes destaca una novedad: 980.000 euros para el Monasterio de San Juan de Ortega a través de la Dirección General de Patrimonio. Hay casi cinco millones de Fomento para invertir en mantenimiento de carreteras, dos de la misma cartera para la lucha contra incendios, casi un millón de Educación para la ampliación del Antonio Machado y dos pequeñas partidas de Familia e Igualdad de Oportunidades para reformar el Centro Ocupacional el Cid y ampliar la residencia de Fuentes Blancas.

 

recorte e indefinición. Pero donde más se ha notado la restricción del gasto ha sido en las empresas y fundaciones públicas. Sobre todo por dos importantes partidas que este año no tienen nombre propio y que han ido a parar a un limbo financiero en el que penan varios proyectos de toda la región. 

Para 2013 se presupuestaron 12,3 millones para avanzar en las obras del Parque Tecnológico de Burgos, mientras que el polígono de Ircio (Miranda) recibía 4,5 millones más. La realidad es que esas inversiones no se han materializado y que este año no tienen asignación concreta. Fuentes del PP regional señalaron a este periódico que el dinero que puedan requerir ambas dotaciones saldría de la partida de 31,6 millones adjudicada a la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial, que es el ente en el que ha quedado englobado ADE Parques Tecnológicos, la empresa que promovía este tipo de infraestructuras. Según esas fuentes, «entre 10 y 12 millones irían para Burgos y 2,5 para Miranda», pero siempre en condicional y sin comprometer cifras, sobre todo debido a la situación de colapso jurídico que vive el Tecnológico.

Al margen de esas inversiones sin definir, en 2013 se presupuestaron 22,6 millones a través de las empresas públicas, siendo este año su aportación a las inversiones previstas en Burgos de 8,9. Así, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente destinará 2,8 millones a abastecimiento y depuración de aguas; la Sociedad Patrimonial reserva 3,2 para la adaptación de locales (frente a la Delegación territorial) y la Fundación Siglo dedicará al MEH 2,8 millones más. 

Si finalmente la bolsa de la Agencia de Innovación se abre en favor de Burgos, esa inversión podría dispararse, pero el precedente más cercano equivale a cero euros de inversión. Mientras eso no suceda, la cifra implica una caída cercana al 60% por este epígrafe.

Sumadas las consejerías y las empresas públicas, el presupuesto refleja la intención de invertir en Burgos 22,5 millones frente a los 46,6 que se cuantificaron para 2013; un 52% menos. La cifra se puede maquillar teniendo en cuenta que Fomento dedicará 4,68 millones a mantener los vuelos a Barcelona desde los cuatro aeropuertos, lo que en teoría sumaría 1,6 millones al capítulo de inversiones de esta Consejería.

Entre las grandes ausencias, el nuevo centro de salud de El Silo (ya proyectado) y el ARI de la barriada de San Cristóbal.