La Escuela Infantil de Bayas ya está terminada y amueblada, pero  se desconoce cuándo recibirá a los primeros niños. Mientras el resto de centros infantiles, tanto públicos como privados, están a punto de comenzar un nuevo curso, la guardería Tigres y Leonas continúa cerrada a la espera de que se solventen una serie de cuestiones administrativas que son las que retrasan ahora su apertura.

La Junta de Castilla y León, encargada de su construcción y equipamiento, ha enviado este verano al Ayuntamiento el borrador de entrega del inmueble, cumpliendo lo estipulado en el convenio firmado por ambas administraciones en el año 2007 para poner en marcha el Programa Juntos. En dicho documento, el Consistorio se comprometía a asumir la titularidad una vez finalizadas las obras «adoptando las medidas que permitan llevar a cabo la gestión y mantenimiento del edificio».

El problema está vinculado a la cesión del mismo a raíz de un informe municipal que desaconseja al Ayuntamiento aceptar la titularidad de la guardería: se considera que no tiene competencias en ello. En su argumentario hace referencia a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, que entró en vigor a finales del año pasado, y que limita a los ayuntamientos a la hora de poner en marcha nuevos servicios y hacer contrataciones.

El secretario reconoce que esta normativa «supone un giro radical en la posibilidad de actuar de los municipios». Hasta ahora, éstos podían ejercer cualquier actividad que redundara en el beneficio de los ciudadanos pero tras aprobar el Gobierno esta nueva ley, solo pueden actuar en aquellas materias «expresamente atribuidas por la propia Ley de Régimen Local o las que le deleguen otras Administraciones». Tampoco la Junta atribuye a las entidades locales competencias sobre la gestión de los centros de educación infantil.

Sin embargo, y a pesar de que el convenio entre la Junta y el Ayuntamiento se firmó en 2007, antes de la entrada en vigor de la nueva ley, y que por tanto podría entenderse que ya se ha producido dicha delegación de competencias, a juicio del secretario «debemos atenernos a la legislación vigente» porque se trata de la puesta en marcha de un nuevo servicio que no está prestando en la actualidad el Ayuntamiento.

Se entiende que, por lo tanto, «carece de sentido» que el Consistorio asuma ahora un servicio que es competencia de la Junta con base a un convenio que, si no se adapta a la Ley de Racionalización antes del 31 de diciembre, «quedará sin efecto, con los problemas de todo tipo que ello conllevaría».

La salida más inmediata

El asunto se debatió hace unas semanas en una Junta de Portavoces con la presencia de los tres grupos municipales. Pese a las dudas que surgen con este informe, el equipo de Gobierno ha decidido  cumplir su compromiso con la Junta y asumirá la titularidad de la guardería. Ahora mismo es la única manera de que el centro se ponga en marcha y no se despilfarre el dinero público allí invertido, a sabiendas de que la situación de las familias ha cambiado mucho desde el año 2007, cuando se pusieron las bases de la nueva Escuela Infantil. El desempleo, la crisis y el descenso de la natalidad han mermado y siguen afectando a las matrículas en este tipo de centros, por lo que es probable que no se consiguieran completar sus 61 plazas para niños de entre 0 y 3 años. Hace escasas fechas, el Ayuntamiento ha confirmado a la Consejería de Familia que acepta la cesión del edificio y en breve se iniciará el proceso para tramitar el traspaso de su titularidad.

Sin embargo, en el informe municipal se advierte de que si se acepta la cesión, y previo a la firma del acta de entrega, el Ayuntamiento debe dirigirse a la Junta para resolver la delegación de dicha competencia y analizar cómo se prestará el servicio (con una gestión directa o indirecta) que, en todo caso, sería de titularidad municipal. Se deberá aclarar por lo tanto qué medidas de gestión correrán a cuenta del Ayuntamiento, como por ejemplo, si asumirá la financiación de parte de sus gastos.

La idea siempre ha sido delegar la guardaría en los empresarios, más en concreto en la Asociación de Empresarias de Miranda (Ademe), colectivo que impulsó hace años la creación de la nueva Escuela Infantil para ayudar a los trabajadores del polígono a conciliar su vida laboral y familiar. El secretario municipal, en este punto, también  muestra sus reservas y considera que «no cabe ceder directamente la gestión (...) a las entidades firmantes del compromiso de 12 de noviembre de 2006 - éstas fueron la Entidad de Conservación del Polígono de Bayas, FAE y Cámara de Comercio- y menos a otras entidades que no suscribieron el citado compromiso». En el caso de optar por una gestión indirecta -la más probable- se debería sacar a concurso un contrato de gestión por procedimiento restringido o negociado.

Por lo tanto, y una vez que se firme la cesión del edificio -que en las últimas semanas se ha equipado con juegos infantiles en el jardín- el Ayuntamiento deberá concretar qué fórmula escoge para poner en marcha la guardería.