El arreglo del camino de la Colonia levanta las críticas de los vecinos

I.M.L. / Aranda
-

Ante la inversión realizada en él, que supera los 84.000 euros, creen que estos trabajos no han servido para nada porque sigue levantándose polvo y pronto aparecerán los baches

Por muy despacio que transiten los vehículos a motor por este camino, si no se riega de manera continua, la polvareda que levantan hace el aire irrespirable. - Foto: DB

Iba a ser una gran obra. Se iba a asfaltar, en un principio. Luego se optó por una intervención más respetuosa con el entorno natural. Al final, ha terminado siendo el objeto de las críticas de los vecinos que transitan el camino o carretera de La Colonia, sobre todo los que tienen sus fincas en las lindes de esta vía, que son los que circulan por él con vehículos a motor. Este camino de casi cuatro kilómetros de longitud acaba de ser objeto de un arreglo que no ha sido del agrado de los más directos usuarios.

Entre los peros que les ponen al resultado de estos trabajos, que han costado 82.600 euros más IVA a las arcas municipales, destacan que las obras parece que han quedado inacabadas. «Yo me paré un día a hablar con los que estaban haciendo los trabajos y me explicaron el proceso que se seguía con el ‘eco-asfalto’ este, pero que aquí solo se había contratado una parte del proceso», comenta un vecino. De hecho, de ser eso cierto, los transeúntes ya empiezan a ver la evolución de esta carretera. No han pasado ni quince días desde que se volvió a abrir al tráfico esta vía y recorrerla con el coche provoca un ligero traqueteo, a lo que se suma que las piedras están empezando a aparecer al quitarse la primera capa de tierra que tenía el camino. «Esto con dos lluvias cuantiosas se terminan yendo las capas superiores y se van a ir haciendo los mismos baches que había antes, que no se podía ir por aquí», avisa un conductor.

Según los vecinos, lo que se ha hecho en esta vía es mezclar la tierra existente con una especie de cemento en polvo, echando sobre ello después agua y dejándolo fraguar durante tres días. Este novedoso sistema busca, según anunció el departamento de Medio Ambiente municipal, conservar el aspecto de un camino rural. «Y vaya si lo ha conseguido, no se diferencia nada de cualquiera de los caminos que hay alrededor, algunos incluso están mejor que éste», se lamenta el usuario de la carretera.

El malestar de los propietarios de fincas en las inmediaciones del camino de La Colonia se ha materializado en una queja formal planteada en el Ayuntamiento y en una reunión que mantuvieron algunos de los vecinos con responsables municipales para expresarles su malestar. «A mí me viene bien que lo hayan arreglado, porque lo uso a diario, pero si viviese en otro punto de Aranda me molestaría que se hayan gastado tanto dinero de mis impuestos para algo que el año que viene va a estar igual que antes o peor», comentan.

Además de las quejas por el resultado de los arreglos del camino, los usuarios ponen el acento en otros detalles derivados de estas obras, como es la traslación de los escombros y restos de los trabajos, tanto vegetales como de piedra, a las orillas del camino e, incluso, en las regaderas o las vallas de las fincas, que en ocasiones puede llegar a impedir el drenaje del agua de lluvia. A eso suman que no se ha hecho nada con los árboles que invaden el camino y que obligan a los vehículos a transitar por el centro de la vía.