Un año de cárcel y 3.240 euros de multa. Esa es la pena -más una indemnización de 3.000 euros a la víctima- que habrá de cumplir un falso fisioterapeuta que se valió de su ficticia condición de profesional  para abusar de una mujer durante una sesión en el año 2015. El ahora condenado hizo que la clienta se desnudara, la embadurnó de gel y para finalizar le practicó tocamientos en sus partes íntimas. El Colegio de Fisioterapeutas de Castilla y León se personó como acusación particular en el procedimiento.
El acusado es un licenciado en Educación Física que en el momento de los hechos regentaba su negocio en la calle Fray Esteban de la Villa, en la zona sur, una perpendicular a Alfareros. Se anunciaba como rehabilitador deportivo y experto en nutrición. En el establecimiento tenía máquinas de corrientes, ultrasonidos, etc, pero carecía de la titulación que lo habilitara como fisioterapeuta, según la sentencia del Juzgado de lo Penal 2.

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