Revenga estaba habitado ya en el siglo VII y densamente poblado

Belén Antón / Revenga
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Las conclusiones de la campaña de excavación de este año adelantan en 200 años la vida en el entorno del Comunero, donde han hallado estructuras de casas con varias estancias

Un grupo de trabajo dirigido por María Dolores López y Karen Álvaro, del Departamento de Historia Medieval, Paleografía y Diplomática de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, protagonizó el año pasado una campaña de excavaciones en el entorno de la necrópolis de Revenga que formaba parte de un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad y que incluía una extensión durante este verano, que concluyó ayer con la exposición de unos impresionantes resultados.

Si las conclusiones del trabajo del año pasado determinaban que en el entorno de la necrópolis existió un poblado amplio, las de este año vienen a confirmar que la zona estaba densamente habitada ya en el siglo VII, incluso puede que antes, lo que adelanta en dos siglos la presencia de personas en este paraje. «Empezamos a estar bastante seguros de que como mínimo en el siglo VII estaba habitado, y siempre se había pensado que era sobre el IX o el X», explica Karen Álvaro.

Las restos de cerámicas halladas durante la presente campaña, que arrancó el día 2 y se extendió hasta ayer, han permitido confirmar este dato. «La cerámica es uno de los elementos que ayuda a fijar la cronología con exactitud, y las que hemos encontrado nos han permitido poner fecha y poder afirmar que en el siglo VII ya vivían personas aquí. Estos resultados modifican lo que se venía pensando hasta ahora, ya que la comunidad que habitaba en Revenga es más antigua de lo que se pensaba», detalla.

El trabajo durante estas semanas se ha centrado en tres espacios diferentes muy cerca de la necrópolis y que suponen una superficie de trabajo de unos 200 metros cuadrados. Se ha abierto el mismo espacio en el que se trabajó el año pasado, al este del enterramiento, y dos nuevos al norte. Mientras que el del año pasado y uno del norte muestran huellas en la rocas que determinan que allí se habían colocado postes y que van a permitir estudiar las dimensiones de las casas, que ya presentaban distintas estancias, en otro de ellos han aparecido restos de muros. «Hemos encontrado partes de estructuras, dos hileras. Algo muy interesante porque determina que vivían en casas distribuidas, con distintas estancias, como mínimo para dormir y para cocinar. De momento hemos encontrado una esquina, no toda la casa».

Este tipo de viviendas, colocadas sobre la roca y muy próxima a los enterramientos, ya que estos pobladores vivían muy cerca de los muertos, eran, según los investigadores, fundamentalmente de madera y también con parte de piedra. «El poblado es enorme y tenemos muchas huellas que nos van a permitir poder contar cómo eran las dimensiones de sus casas. Es muy importante poder conocer como vivían», comenta Karen Álvaro. «Era una comunidad que vivía relativamente bien. Se dedicaban a la ganadería y se aprovechaban de la riqueza del bosque. No sabemos cómo estaban organizados, pero eran locales, no eran romanos ni visigodos».

Destaca la riqueza de este yacimiento y confía en poder seguir investigando sobre él ya que la cantidad de información que están obteniendo es enorme. «Está dando respuestas a muchas preguntas que teníamos, y el trabajo está resultando apasionante porque muestra una evolución, es decir, hemos encontrado pruebas que muestran que en el siglo VII vivían personas, pero también en el X y el XI, por lo que fue habitado por varias generaciones de locales», afirma la investigadora, que asegura que es el primer yacimiento de estas características que se ha abierto en España.

En cuanto al futuro del yacimiento, desde el equipo de investigación confían en que las administraciones sean responsables, se den cuenta de su importancia y ofrezcan los medios para seguir excavando, y por lo tanto, para seguir obteniendo información sobre las comunidades que habitaron este entorno, su origen y su forma de vida. Además, se encuentran a la espera de la resolución de un proyecto solicitado a Europa a través del plan Horizon 2020 para poder seguir investigando, pero sobre todo para poner en valor lo descubierto, revitalizarlo y llenar de contenido la Casa de la Madera.

El equipo que está trabajando en esta investigación presentó ayer por la tarde en la Casa de la Madera del Comunero de Revenga ante el público algunas de las conclusiones de la investigación, mostrando plantas preliminares de las casas, parte del material encontrado y enmarcando lo descubierto dentro del discurso histórico. Al trabajo de campo de estos días le sigue un intenso trabajo posterior de análisis de lo descubierto.