El parking de Villalonquéjar IV continúa vacío y sin visos de actividad casi una década después de su construcción. En el entorno del polígono Burgos Este (anteriormente Gamonal) escasean las zonas de aparcamiento para camiones y no se habilitan nuevos espacios para ellos. Y tanto las instalaciones de la Aduana, antes de llegar a Villafría, como las de Asebutra, junto a la carretera de Logroño, están completas. Ante esto, cientos de camioneros siguen aparcando a diario por toda la ciudad. Ninguna norma se lo impide aún (excepto a los que transportan mercancías peligrosas), pero el último borrador de la ordenanza de movilidad, que la próxima semana sale a información pública, contempla la prohibición de estacionar en todo el casco urbano... salvo autorización expresa del Ayuntamiento de Burgos. ¿Y qué pasará entonces, si ese reglamento se aprueba? Problemas...

El asunto no es nuevo, viene de muy lejos. Con los años fueron desapareciendo en la capital burgalesa lugares donde habitualmente aparcaban los camiones (Caballería, los bajos de la autovía en Timoteo Arnaiz, Santa Teresa...) y sin embargo no se crearon nuevos espacios. O sí, pero no se utilizan.

En la cuarta ampliación de Villalonquéjar, el Consistorio invirtió unos 4 millones de euros en la urbanización de 30.000 metros cuadrados que valló y cerró para dar cabida a cerca de 300 camiones. Una instalación que nunca se ha puesto en funcionamiento y donde la vegetación ya campa a sus anchas.

Un acuerdo firmado en 2001 por el que se impedía la explotación, junto al aparcamiento, de otros servicios paralelos (gasolinera, puente de lavado, aseos y duchas, establecimiento de hostelería...) lastró el desarrollo del parking por el que «ya no hay nadie interesado». «O lo explota directamente el Ayuntamiento o para que sea rentable para un inversor tendrán que dar facilidades, como la instalación de un taller de reparación o una estación de suministro de combustible. Si no, seguirá parada», indica Jorge Villaverde.

El presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar ve «incongruente» tener «mirando» el citado parking y se pregunta si tan costoso es contratar seis vigilantes que en tres turnos de trabajo controlen el acceso y la salida de camiones del aparcamiento. Igualmente expresa su voluntad de «mediar» para desbloquear esta situación.

En el otro gran complejo industrial de la ciudad, el problema de aparcamiento es aún más acuciante y los empresarios del entorno llevan años reclamando un parking de camiones en el polígono o, «por lo menos», demanda su presidente, Fernando de Santiago, adecentar las zonas supuestamente ajardinadas y que ahora son auténticos barrizales como espacios de estacionamiento de vehículos pesados.

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