El médico oncólogo Tabaré Vázquez juró ayer su cargo como presidente de Uruguay en el que será su segundo mandato, ahora como sucesor de Jose Mujica, a quien describió como un «referente» de su nuevo Gobierno. 

«Me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitución de la República», juró Vázquez en un acto que contó con la presencia de numerosos líderes internacionales, entre ellos la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, el mandatario cubano, Raúl Castro, el dirigente de Ecuador, Rafael Correa y su homóloga chilena, Michelle Bachellet. Como representante de España acudió el Rey Don Juan Carlos. Además, también estaba invitado el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que viajó junto a la también socialista Carme Chacón.

«Hace exactamente 10 años, desde este mismo lugar, me dirigía a la Asamblea General del Poder Legislativo para asumir la Presidencia de la República Oriental del Uruguay. Hoy la vida me da una segunda oportunidad», aseveró en la apertura del discurso que siguió a su juramento. 

Así, Vázquez se dirigió a los medios para anunciar las líneas generales de su nuevo Gobierno, basadas en la descentralización y el impulso de políticas públicas y sociales que se vinculan a la vivienda y la infraestructura. 

Sobre el futuro papel de Mujica, ahora senador, Vázquez lo describió como «una figura importantísima en el contexto nacional e internacional». «Es inteligente (...) y será un punto de referencia de primer orden», señaló 

El nuevo presidente de los uruguayos ganó en noviembre en segunda vuelta con un 56,5 por ciento de los votos, superando en 13 puntos a su oponente de centro, con la promesa de continuidad de las políticas sociales que caracterizaron a las dos anteriores gestiones de izquierda lideradas por el ahora senador Mújica. 

Vázquez también deberá consolidar radicales medidas adoptadas por su predecesor, que aprobó la legalización del aborto, el matrimonio gay, inició la regularización del consumo de la marihuana (aprobada hace un año atrapando la atención del mundo pero que ha tenido problemas de implementación), y recibió refugiados sirios y expresos de Guantánamo. 

El recién nombrado presidente utilizó como hilo conductor de su discurso los valores del prócer de Uruguay, José Gervasio Artigas: «libertad, igualdad y justicia» y aseguró que serán los referentes de las políticas que impulsará el nuevo Ejecutivo. 

«Debemos reivindicarlos, asumirlos y llevarlos a la práctica. La democracia, la solidaridad, el respeto y la tolerancia son los mandatos que emanan de Artigas y el pueblo uruguayo deben tomar esos valores», recalcó el mandatario en el Palacio Legislativo. 

En esta misma ceremonia también fue investido como vicepresidente de la República Raúl Sendic, hijo del mítico dirigente tupamaro que llevaba el mismo nombre.