Un gestor con vocación pública

C.M. / Burgos
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El exalcalde José María Peña recibió emocionado el XXIX Báculo de Oro que entrega la Federación de Peñas y Asociaciones de San Lesmes y que pone fin a las fiestas del patrón de la ciudad

El burgalesismo planeó en la entrega del Báculo de Oro, galardón que lleva 29 años otorgando la Federación de Peñas y Asociaciones de San Lesmes a aquellas personas o instituciones que «han trabajado mucho y bien» por la ciudad y que rompe el tópico de que «nadie es profeta en su tierra».
El galardonado en esta ocasión fue el exalcalde José María Peña por su trabajo por Burgos, su afán por potenciar las fiestas locales y su vinculación con las peñas. El encargado de hacer la entrega, en un acto celebrado en el Monasterio de San Juan, fue el director de cine Antonio Giménez-Rico, Báculo de Oro del año pasado, y que acababa de llegar de la entrega de los Premios Goya. En la presentación calificó al nuevo Báculo de Oro de «gestor con vocación pública».
El cineasta fue compañero de Peña en las aulas de La Salle cuando ambos cursaban Bachillerato. Luego sus destinos se separaron, uno de fue a estudiar a Madrid y otro a Valladolid, pero aunque reconoció haber tenido desencuentros -por supuesto, ya olvidados-, les unen tres cosas:el colegio, haber nacido en Burgos y el amor por la ciudad. «Nadie ha hecho más que José María Peña por las peñas y casas regionales cuando era alcalde. Me sorprende que no se le haya dado antes el Báculo de Oro cuando ha demostrado siempre el amor a Burgos desde Burgos», indicó. 
El cineasta aseguró que si hay una competición para medir el amor a Burgos «no sé quién la ganaría, si yo o José María Peña».
El premiado llegó al acto arropado por toda su familia y se mostró visiblemente emocionado cuando le tocó tomar la palabra. Peña agradeció a las palabras de su amigo y compañero de pupitre hace 60 años Giménez-Rico y también a la Federación de Peñas y Asociaciones de San Lesmes. «Su generosidad ha sido mayor que los méritos del galardonado». 
Reconoció abiertamente la ilusión que sintió al conocer el premio y más cuando hace 24 años que abandonó el Ayuntamiento. «Es un premio popular, de los que llenan de satisfacción cuando se reciben», subrayó.
Peña quiso compartir el premio con sus compañeros de corporación - alguno de los cuales ya han fallecido-, porque «fueron verdaderos ejemplos de lealtad y entrega» al tiempo que agradeció a los burgaleses por permitirle trabajar, en sucesivas elecciones, por el mayor de sus sueños: «Burgos». 
La vicealcaldesa, Gema Conde, fue la encargada de cerrar el acto recordando que José María Peña fue «el alcalde de su infancia» y nunca pensó que compartiría una sesión plenaria con él muchos años después. También recordó que fue el primer alcalde de la democracia. «En ese momento muchas personas como él supieron ser generosos con sus ideologías por sacar el país adelante. Ojalá en esos momentos en los que nos encontramos los políticos sepamos aprender de estas personas».
Finalmente, destacó su esfuerzo para potenciar las fiestas locales al tener claro que «son cultura y patrimonio de la ciudad y, por tanto de todos». Conde aprovechó el acto para dar las gracias a todas las personas y asociaciones que trabajan día a día para mantener vivas las fiestas de la ciudad. 
Con la entrega del Báculo de Oro, galardón que se instauró en 1988, se pone fin a las fiestas de San Lesmes, el patrón de la ciudad, en las que la alta participación ha sido la nota dominante.