Burgos supera en 18 puntos el índice nacional de donaciones de sangre

Angélica González / Burgos
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Aunque el año 2015 ha registrado 442 más que el año anterior, se sigue sin alcanzar la cifra mítica de las 20.000 que se ha propuesto la Hermandad de Donantes, que anima a los jóvenes a sumarse a este proyecto solidario

Ya casi no supone ninguna noticia que Burgos esté a la cabeza de las listas de donaciones ya sean de órganos o de sangre y, cada vez  más, de médula ósea. Parece que la solidaridad en cuanto a pensar en cómo poder ayudar a salvar la salud (y la vida en muchos casos) de los demás es una asignatura en la que siempre se saca sobresaliente. Y no es chauvinismo, que ahí están los datos. En este caso, traemos los que ha recogido en el año 2015 la Hermandad de Donantes de Sangre, ubicada, junto con el Banco de Sangre, en el Hospital Divino Valles. 
Así, hasta diciembre se hizo una aportación total de 19.699 donaciones, 442 más que en 2014 pero un poco lejos aún de la ansiada cifra redonda de las 20.000 que persigue la nueva junta directiva  presidida por Francisco del Amo: «Un año más podemos sentirnos orgullosos de ser donantes de sangre en Burgos a pesar de no haber conseguido las tan ansiadas 20.000, porque los índices no dejan ningún tipo de duda respecto al altruismo de la ciudadanía». Del total de las 19.699, 463 son de plaquetas y 360 de plasma con 16.930 donantes activos, que suponen 178 más que el año pasado.
Y es que esta provincia tiene un índice de 53,70 donaciones por cada mil habitantes mientras que a nivel nacional está en 36, es decir, que Burgos supera la cifra global en cerca de 18 puntos. El empuje de los nuevos donantes podría seguir manteniendo estos datos y acercarse cada vez más a los míticos 20.000. En este sentido, Del Amo afirma que hay que animar a las personas más jóvenes a que se hagan donantes: «En definitiva, son el relevo natural; es cierto que la primera vez que vas a donar sangre es la que más cuesta por el miedo al pinchazo y a lo desconocido  y que también está el factor de la pereza, del dejarlo para mañana, pero una vez que se da el primer paso todo es mucho más fácil».
El perfil del donante de sangre medio es de una edad elevada. El mayor porcentaje de personas que regularmente realizan esta acción solidaria está entre los 46 y los 65 años (40,77), seguido del tramo de los 31 a los 45 (37,37%) y, finalmente, los que tienen entre 18 y 30 años, que suponen el 21,92%.
El presidente, Francisco del Amo, explica que desde la apertura del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) se ha incrementado notablemente la demanda de sangre: «Al ser mucho más grande, disponer de más instalaciones y poder atender a más pacientes, ha aumentado el número de peticiones. También hay que tener en cuenta que cada vez se emplean más componentes sanguíneos en la fabricación de medicamentos, componentes que salen también del brazo del donante».
No obstante la mayor amplitud del nuevo centro sanitario, en la Hermandad no existe ninguna intención de trasladarse allí, como se ha comentado en alguna ocasión. De hecho, Francisco del Amo asegura que las instalaciones que ocupan en el Divino Valles «son las mejores que se pueden tener, de hecho somos la envidia para compañeros de otras hermandades a nivel nacional; pasar al HUBU nunca ha estado entre nuestros planes aunque es cierto que hacer allí donaciones periódicas es una forma de acercarse a todas esas personas que a diario pasan por sus instalaciones». Hay que recordar que la sede del banco de sangre y la Hermandad y varias consultas de Psiquiatría ambulatoria son ahora los únicos usos que se le da al inmenso edificio que primero albergó un hospital provincial propiedad de la Diputación y más tarde formó parte del Complejo Asistencial de Burgos.
El banco dispone, además, de una plantilla adecuada a sus necesidades: «No tenemos problemas de personal aunque hay que pensar que hay días en los que se acercan muchos donantes y otros en los que prácticamente está vacío. Lo único que echamos de menos es no poder ampliar el horario para, así, poder atender a todas las personas que trabajan en el sector del comercio ya que su jornada laboral coincide con la nuestra».
Del Amo agradece mucho la colaboración de los burgaleses que donaron sangre en 2015, anima a que en este año se incorporen nuevos y se duele de que este colectivo sean los grandes olvidados de las donaciones: «A veces parece que somos el patito feo porque no hay que olvidar que para hacer cualquier trasplante de órganos, primero se necesita un donante de sangre».