Rescatan a una familia aislada por la riada en Aranda

J.C.O./Ical/Rivera/Valladolid
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La circulación en la N-122 continúa condicionada a la altura de Fuentecén por el desbordamiento del río Riaza, que ha ocupado un tramo de la carretera

Espectacular vista de la vega del Riaza desde el mirador de Haza, con Fuentecén y y la N-122 al fondo. - Foto: DB

La persistencia de las lluvias y el desembalse de agua de los pantanos han complicado de manera importante la situación de los ríos en la comarca de la Ribera del Duero, con importantes desbordamientos que han generado problemas en las carreteras, daños en los cultivos y llegado a alcanzar algunos inmuebles situados en zonas de servidumbre o próximas. Un panorama que podría complicarse a lo largo del día de hoy, ya que las previsiones son que vuelvan las lluvias y que los caudales puedan continuar incrementándose al menos en el Duero y el Riaza.

Los bomberos arandinos tuvieron que intervenir en la madrugada del pasado sábado para evacuar a cuatro adultos, un niño y un perro que se encontraban incomunicados en una casa de campo por el desbordamiento del arroyo de Bañuelos, en una finca situada en la zona  del camino de Moratín que estaba completamente inundada. Los servicios de emergencia los trasladaron a la vivienda que tienen en el casco urbano de la capital ribereña.

También durante esa misma noche tuvieron que realizar una salida para rescatar a una pareja que se había quedado atrapada por el barro y el agua en el interior de un coche en el camino de San Isidro, en el término municipal arandino.

Los desbordamientos del cauce del río Gromejón también provocaron la inundación de los bajos del Hotel Prado de las Merinas, en la localidad de Caleruega, obligando a los vecinos a emplearse a fondo para realizar barreras y reconducir el curso del agua. Un cauce fluvial que también invadió la carretera BU-910 en el término municipal calerogano a la altura del cruce con la  BU-911 ( a Santo Domingo de Silos) y BU-921 (a Arauzo de Miel), mientras que el Bañuelos, que asimismo anegó parcelas de cultivo de su vega, también demostró querencia al asfalto anegando peligrosamente la BU-910 en Baños de Valderados.

El río Arandilla también reclamó sus dominios a partir de Peñaranda de Duero anegando tierras de cultivo a lo largo de toda la vega hasta su desembocadura en el Duero en la capital ribereña. En la localidad de San Juan del Monte la carretera de acceso permaneció cortada durante alrededor de 12 horas a partir de las 22.30 horas del viernes y algo similar, aunque con menos incidencia, ocurrió también en el vial de acceso a la urbanización arandina de La Calabaza y a la altura del kilómetro 6 de la C-111. También se registraron cortes en la BU-930, en Santa Cruz de la Salceda.

La situación más complicada  se presenta en la vega del río Riaza, que ha anegado las tierras  en las que comenzaba a crecer el cereal. El río ha invadido la N-122 desde las 21.00 horas del pasado viernes  a la altura del kilómetro 284, en el término municipal de Fuentecén, con un carril cortado y donde las balsas de agua dificultan enormemente la circulación.

Este río, según explicó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, podría empeorar puesto que el embalse de Linares del Arroyo, en la localidad segoviana de Riaza, presenta una complicada situación, donde se están vertiendo en estos momentos 40 metros cúbicos por segundo mientras que entran alrededor de 70 y ha habido momentos en que han entrado hasta 120 metros por segundo.

«Apenas queda ya resguardo (el embalse está al 97 por ciento), y existen grandes posibilidades de que haya que verter por coronación sin el control de las compuertas», de forma que se incremente «notablemente» el nivel de vertido. Esta situación afectará en las próximas horas a la localidad de Fuentecén, donde el puente que atraviesa la localidad se verá «sin dudas» afectado, igual que el cruce del río Riaza con la N-122.

Valín aprovechó la ocasión para denunciar las “presiones” que los trabajadores de la CHD en el embalse de Linares han sufrido en los últimos días por los vecinos de estas dos localidades próximas, para que no se liberase caudal desde el embalse, una actividad que a juicio de Valín ha permitido controlar la situación hasta el momento.

Crecidas en el Duero

Aunque al cierre de esta edición el caudal del Duero a su paso por Aranda estaba descendiendo,  el río alcanzó su máximo sobre las 9.00 de la mañana con un nivel de 4,31 metros y un caudal de 169,6 m3/s, superando las referencias de alerta y de alarma, cifradas en 3,80 metros y 139 m3/s y 4,10 metros y 157 m3/s, respectivamente. El agua amplió la ocupación de las zonas de servidumbre y alcanzó el quiosco del parque del Barriles, prácticamente cubierto de agua, al igual que hizo el Arandilla con los de La Huera y La Isla.

José Valín advirtió ayer que desde ayer y a lo largo de los próximos días el río Duero registrará «crecidas importantes y sostenidas» a lo largo de gran parte de su curso hasta Zamora.

Aunque se informó que el embalse de la Cuerda del Pozo (Soria),  se encuentra turbinando sin mayores problemas, la situación  puede complicarse en las próximas horas por las crecidas que se han registrado en la zona en las últimas horas en el Alto Duero. El pantano  se encontraba al 91% de su capacidad, con una situación de desagüe turbinando y aliviando.