El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, afirmó ayer que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no presenta una reforma constitucional concreta porque tiene «miedo» a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. «No lo plasma por escrito porque como se le ocurra decir lo que están diciendo, incluido el término nación para Cataluña, la cuestión del confederalismo asimétrico, etcétera, los socialistas andaluces se le van a tirar a la yugular», advirtió.
En una entrevista radiofónica, el palentino añadió que su grupo ya ha presentado «propuestas de reformas institucionales», pero que Ferraz «no puede hacerlo» porque «no se aclara y tiene miedo» de la sevillana.
En todo caso, el dirigente conservador defendió que «no es el mejor momento» para llevar a cabo un procedimiento agravado de reforma constitucional por falta de acuerdo en un momento muy delicado para el país como es el de deriva secesionista: «No hay consenso y con un momento de desafío secesionista en España pensamos que no es oportuno lanzar el mensaje de que queremos revisar el sistema de convivencia».
«España no está para abrirse en canal», recalcó Casado, para luego añadir que «una cosa es una reforma puntual» y otra es «directamente abrir el melón y cambiar el sistema democrático y constitucional». Además, avisó de que la convocatoria de una legislatura constituyente crearía, inevitablemente, «inestabilidad».
Desde Ferraz se le contestó con dureza. Así, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, exigió al PP más «seriedad y rigor» al abordar el asunto de una posible reforma de la Constitución, para luego pedir que este tema quede al margen de «jugueteos veraniegos». Yes que no sentaron nada bien las palabras de su oponente, así como la decisión de Génova de no incluir una propuesta de cambio de la Carta Magna en su próximo programa electoral.
En rueda de prensa en la Cámara Baja, el socialista llegó a mostrar las portadas de cuatro periódicos de tirada nacional del pasado 8 de agosto, que recogían las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mostrándose dispuesto a hablar de este asunto durante la próxima legislatura siempre y cuando hubiera consenso para ello.
«Aún no es 8 de septiembre y el PP ya ha cambiado dos veces de opinión», remarcó el madrileño, lamentando que ahora los populares precisen no ven esta reforma de la Carta Magna como una prioridad para la ciudadanía. «Así que un poquito más de seriedad y rigor al Partido Popular en un tema muy serio. La Constitución Española no es cualquier ley para andarse con jugueteos veraniegos con su reforma», apostilló.
Por otra parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, consideró que la Ley Fundamental necesita un cambio, porque se ha producido una «pérdida de eficiencia» en la garantía de derechos constitucionales, y porque el Título VIII, referido a la estructura territorial del Estado, «ha dado de sí todo lo que podía dar y se está viviendo de las rentas».