Atracan una gasolinera del polígono Allendeduero a punta de pistola

Samanta Rioseras / Aranda
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El ladrón, que aún no ha sido identificado, se llevó 200 euros. Entró a la estación de repostaje con un arma que puede no ser auténtica

La gasolinera de Cepsa del polígono industrial de Allendeduero estaba totalmente vacía. Ningún vehículo se encontraba repostando y nadie merodeaba por los alrededores a las 20.00 horas del pasado sábado. Solo la empleada de la estación de servicio, ubicada en la avenida Luis Mateos, se encontraba en el interior. Consciente de ello, un varón de unos 25 años de edad aprovechó para robar los 200 euros de la caja registradora a punta de pistola.

«No sé si era de verdad. Igual era de fogueo o de aire comprimido de esas. Pero lo único que hizo fue señalar la caja con la pistola y gruñir», comentó ayer la dependienta que sufrió en sus propias carnes el atraco.

Reconoce que, al principio, pensó que se trataba de una broma, pues el caco llevaba puesta una máscara de V de Vendetta. «Ea una careta de esas blancas, de Anonymous. Las que llevan puestas en las manifestaciones», explica, nerviosa. «Cuando vi la pistola ya me di cuenta que eso no era de cachondeo».

No trato de enfrentarse a él, ni de negarse a su petición. Se limitó a abrir la caja y entregarle el dinero que había en su interior. «Tenía una bolsa. Lo guardó ahí y salió corriendo hacia un coche que lo esperaba fuera con otro hombre en el interior», relata. A pesar del sobresalto, fue capaz de ver la dirección que tomaba el vehículo, que continuó por la avenida Luis Mateos en dirección hacia Valladolid.

«La verdad es que me llevé un buen susto. Me asusté mogollón», reconoce. «Fue algo surrealista. No pensé que estas cosas podrían suceder en Aranda».

Tras comprobar hacia dónde se dirigían los cacos, llamó a la Policía para informar de lo sucedido. Los agentes de la Comisaría de la Policía Nacional de Aranda de Duero se personaron en el lugar para comprobar lo sucedido. Aunque todavía no han identificado al sujeto, al que se le puede imputar un delito por  robo con violencia e intimidación, se ha iniciado «una investigación y el trámite de las diligencias que serán remitidas a la Autoridad Judicial», según informaron ayer en un comunicado oficial.

Mientras, la empleada regresó ayer a su puesto de trabajo con cierto temor. «Me siento un poco insegura, la verdad», comentó. «Además, cada vez que entra un chico joven o veo un coche parecido pienso que puede ser él o que puede volver a suceder».