Derrota con honor

Carmelo Palacios
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El San Pablo planta cara al Real Madrid durante gran parte del encuentro, pero cede en el tramo final ante el enorme potencial del campeón de Europa

No pudo ser. Después de tutear al Real Madrid durante gran parte del choque, el San Pablo acabó sucumbiendo (85-98) ayer en su partido de presentación frente al vigente campeón de Europa. El equipo ‘azulón’, que todavía necesita ajustes en su juego, entró en el último cuarto ganando por la mínima, pero el talento de las estrellas blancas acabó decantando el duelo a su favor.

El encuentro comenzó con un intercambio de golpes. Thompson se encontraba inspirado y levantó a la grada con las primeras canastas. Pero con el campeón no puede haber ni un despiste porque castiga cada fallo. Un par de errores locales y el acierto de Randolph desde el perímetro dieron la primera renta notable (8-15) a los de Laso.

Al igual que ocurrió ante el Estudiantes, Epi introdujo cambios y metió en la pista a Jaramaz, Vega y Álex López, que dieron más intensidad al juego y la defensa ‘azulona’. Al poco de salir, el canario robó un balón y asistió a Barrera, que no falló desde el 6,75. Justo después, López consiguió un 2+1 que acercó al San Pablo en el marcador. El primer cuarto finalizó 20-24.

En el segundo parcial, la salida de Tavares al campo condicionó el juego. El poderío del ‘gigante’ en la pintura es brutal y obligó a los burgaleses a lanzar desde el exterior con Barrera y algún tiro de media distancia de Jaramaz. Entonces llegaron unos buenos minutos de  Huskic, anotando y asistiendo pese a la presencia de caboverdiano.

El Real Madrid respondió de inmediato penalizando errores y saliendo rápido a la contra. Gustavo Ayón, que acabó el duelo con 21 puntos y 22 de valoración, hizo mucho daño en la zona (34-44). Por momentos, se echaron de menos la intimidación y el rebote que aporta la presencia de Kravtsov.

Sin embargo, el San Pablo no estaba dispuesto a dejarse ir y, a falta de fluidez, se agarró a la casta de López y Cancar para mantenerse en el partido (42-48). El esloveno no tuvo un buen día y estuvo desacertado en el tiro, pero no se escondió.