El exceso de velocidad que sufre la ampliación de Ronda del Ferrocarril ha generado durante años un buen número de quejas a la Policía Local y al Ayuntamiento, pero también algún que otro susto. Solo hay que recordar el más reciente, un violento accidente de circulación que el pasado mes de abril hirió a un joven cuando se salió con su coche de la calzada, impactando contra las tapas y respiraderos de los transformadores eléctricos subterráneos que hay en la acera a la altura del número 68.
Este siniestro generó aún más alarma en la zona, y supuso un punto de inflexión que obligó a la concejalía de Seguridad Ciudadana a tomar medidas al respecto. Si ya entonces se realizaban en la zona controles de velocidad, éstos incrementaron su frecuencia, aumentando asimismo la presencia policial en la zona. De igual modo, se comenzó a estudiar la posibilidad de habilitar un nuevo paso elevado a la altura del colegio Cervantes, el punto más transitado por los peatones en toda la recta junto con la entrada al supermercado Lidl.
9.000 euros
La decisión está tomada y las obras para realizar ese paso elevado, que obligará a los conductores a pisar el freno de su vehículo, ya han comenzado. Ayer dieron inicio las obras de una actuación que supone para las arcas municipales un desembolso de 9.000 euros. El nuevo paso se va a ubicar cerca del colegio, a unos metros de la puerta principal de entrada. «No lo pondremos justo enfrente del colegio porque ahí la visilibidad no es buena. Hemos preferido alejarlo un poco y ganar en seguridad», detalla Joaquín Muñoz, concejal de Seguridad Ciudadana, quien recuerda que esta medida «la teníamos en mente desde hacía tiempo y, de hecho, la llevábamos en nuestro último programa electoral». Así, junto a este paso elevado también habrá un nuevo paso de peatones que sustituirá al actual.
Se confía en que esta medida dé resultado y se consiga reducir la velocidad de los vehículos a su paso por esta vía, una de las principales arterias de la ciudad. No obstante, no se descartan de cara a futuro nuevas actuaciones técnicas en este tramo, desde un sistema de control permanente de velocidad, a cámaras o un semáforo. Está por estudiar, y también dependerá de la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento.
Actualmente entre el cruce de Ronda del Ferrocarril con Ciudad de Haro y la rotonda que hay en la esquina que ocupa el Centro Cívico no hay ni pasos elevados ni badenes. Eso sí, hay diez pasos de cebra, pero todos a ras de calzada, siendo además un espacio de unos 700 metros de longitud en el que se hallan varios equipamientos públicos con notable afluencia como la estación de ferrocarril y de autobuses, además del ya mencionado colegio Cervantes y el Centro Cívico.
Hasta doce pasos
Con este nuevo paso elevado, ya son una docena los que están distribuidos en la ciudad. Se ubican en zonas de importante densidad de tráfico y de peatones, en las proximidades de colegios o en las vías en las que por su extensión es habitual un exceso de velocidad y se quiere obligar a frenar a los vehículos. En los últimos meses se ha realizado un nuevo paso elevado en la avenida Europa (en el cruce con Vicente Aleixandre) así como en la calle Condado de Treviño, cerca del cruce con calle El Cid. Se suman a los ya existentes en las entradas a los colegios La Charca y Altamira, frente al instituto Montes Obarenes, Real Allende o San Agustín, entre otros.
Lo cierto es que los controles se han convertido en los últimos meses en una herramienta fundamental para luchar contra los excesos de velocidad. A través de ellos, realizados en días esporádicos y en horas distintas, se ha podido sancionar a un buen número de conductores, y en algunos casos, incluso, se les ha retirado los puntos del carné de conducir al sobrepasar los 70 kilómetros por hora en esta vía urbana o circular incluso a más de 80 kilómetros por hora.
Las obras para habilitar este nuevo paso elevado no registran apenas complejidad, por lo que está previsto que se termine y se señalice de forma conveniente en pocos días.
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