Investigadores de la UBU reconstruyen el Burgos del siglo XV

R.P.B.
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El equipo 3DUBU ultima su más ambicioso proyecto: dar a conocer al detalle cómo era la ciudad en su época de máximo esplendor

No es una máquina del tiempo, pero se le parece bastante. Basta un gesto sencillo -colocarse unas gafas algo especiales- para, súbitamente, encontrarse frente a la impecable muralla de Burgos. La sensación es de asombro y fascinación: al otro lado de los muros se distingue perfectamente cada edificio de la ciudad, del Burgos del siglo XV, esa urbe que se disponía a abandonar el Medievo para inaugurar una de las épocas más florecientes de su historia. Domina el caserío la imponente Catedral, pero también llama la atención el Castillo, la iglesia de San Román, la de la Blanca o la rica judería. Junto al Arlanzón, extramuros, el convento de San Pablo y el barrio de Vega. La visión es única, privilegiada. De vuelta al siglo XXI nos encontramos con los responsables de este fabuloso y ambicioso proyecto, 3DUBU, grupo de talentosos investigadores de la Universidad de Burgos centrados en la reconstrucción virtual del patrimonio y sus diferentes formatos de visualización.

Autores de conocidos proyectos como el de la recreación virtual de la Cartuja de Miraflores, llevan cerca de un año trabajando en el desarrollo de un modelo 3D de la ciudad de Burgos en el siglo XV que ya está muy avanzado. «Nuestra intención es desarrollar un modelo lo más fiel posible a la realidad histórica, basándonos en la historiografía, la arqueología y la investigación documental», explica Mario Alaguero, coordinador del proyecto. «Nuestro objetivo es crear una exposición y una aplicación de realidad virtual para que los burgaleses puedan ver cómo era su ciudad en un momento de esplendor», indica. Con Mario Alaguero trabajan Silvia Arribas (responsable de documentación, asesoaramiento y revisión histórica), David Checa (encargado de programación y de la realidad virtual del proyecto) ySamuel Arias yDavid Serrano (ambos modeladores de 3D); y cuentan con el apoyo y asesoramiento de los profesores e historiadores Miguel Moreno y Lena Saladina Iglesias.

«Actualmente estamos en la fase de revisión histórica; faltan muchos elementos que repasar y corregir para ir consiguiendo mejorar el modelo de la ciudad. Vamos repasando calle por calle y edificio por edificio buscando una hipótesis realista sobre cómo podía ser la ciudad porque el vacío de información es enorme, y para hacer un modelo lo más fiel posible a la realidad necesitamos dedicar muchas horas a investigar y reflexionar. Hemos desarrollado una amplia fase de investigación que ha combinado la revisión documental, el análisis de grabados y planos antiguos y las referencias topográficas y fotogramétricas disponibles para buscar, en todo momento, la mayor veracidad histórica», subraya Alaguero.