La apertura del puente Bañuelos aliviará el tráfico de Carrequemada

I.M.L. / Aranda
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Está previsto que este vial, entre la calle María Pacheco y la BU-910, se abra a la circulación mañana jueves y según el resultado, se estudiarán cambios en la organización viaria

Los vecinos del barrio de Santa Catalina de la capital ribereña, y aquellos que acuden a realizar trámites a los juzgados de Aranda o a las consultas médicas del Centro de Salud Norte, van a tener una nueva vía de salida de la zona con sus vehículos. Mañana está previsto que se abra al tráfico rodado la conexión entre la calle María Pacheco y la carretera BU-910 a través de un nuevo puente sobre el río Bañuelos y sus correspondientes viales. La apertura coincidirá con la recepción parcial de las obras por parte del Ayuntamiento arandino.

Según la regulación del tráfico en la nueva calzada realizada por la Policía Local, el acceso a esta zona se hará a través de la calle Maldonado en su confluencia con la calle María Pacheco, que pasará a ser de doble sentido para enlazar con el nuevo vial hasta la carretera BU-910, manteniendose el resto de María Pacheco con una sola dirección para enlazar con la calle San Francisco. De esta forma, la calle Maldonado se convertirá en una nueva vía de entrada y salida del barrio de Santa Catalina, que hasta ahora solo contaba con Sol de las Moreras para entrar y Carrequemada para salir. «Hay que dejar unos meses para ver cómo la gente se va acostumbrando a ir por ahí, porque las novedades cuestan y somos animales de costumbres, vamos por Carrequemada y siempre queremos ir por ahí y no te das cuenta que tienes otros accesos», comenta el edil de Obras del Ayuntamiento arandino, Alfonso Sanz.

Una vez que haya pasado el plazo de adaptación de los conductores, dejando unos meses de margen, se estudiará realizar una nueva regulación del tráfico en el entorno, incluida Carrequemada, cambiando los tiempos de los semáforos. Esta nueva infraestructura ha conllevado la creación de una nueva rotonda en la carretera a Sinovas. La recepción de estos trabajos se va a realizar de manera parcial, a falta de que se traslade la torreta de Iberdrola existente en  uno de los extremos del nuevo puente sobre el río Bañuelos. «Es un problema de la empresa que lleva tres meses con los trámites, pero para no esperar más, lo recepcionamos y lo ponemos en servicio», apunta Sanz.