Los 284 burgaleses que en julio accedieron a la jubilación cobrarán una media de 1.536 euros al mes, cantidad que ya supera los 1.454 euros que, como media estimada, perciben aquellos que tienen empleo en la provincia y que con sus salarios sostienen todo el sistema de pensiones. Además, es razonable pensar que estos activos -que ha visto rebajado sustancialmente su salario en los últimos años- tendrán que cotizar y quizá tributar aún más en los próximos años para encajar el progresivo incremento del gasto de la Seguridad Social, pues la nueva población jubilada no solo ingresará más durante más años, sino que crece a un ritmo de 15,4%, según muestran las estadísticas del organismo relativas al pasado mes.
Mientras en julio se incorporaban 284 jubilados al sistema en la provincia (que suma un total de 57.007), del mismo salían 246 perceptores por fallecimiento. Los primeros percibirán un 36,4% más de media que los desaparecidos, lo que en dinero contante y sonante suponen 410 euros de diferencia (para hacernos una idea, casi el mismo importe de la Renta Garantizada de la Ciudadanía que cobran en Castilla y León los que ya han agotado todas las prestaciones posibles).
Hay que matizar que las medias que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social son aritméticas y no distinguen las diferencias evidentes entre los que perciben las pensiones máximas o los que cobran la mínima.
Esta diferencia aritmética en las pensiones de alta y las de baja se explica porque los nuevos jubilados, que entran al sistema en una edad de 64,2 años, no solo atesoran mayores carreras de cotización, sino que durante las mismas han percibido salarios mucho más elevados que los que ya no están. Además, el propio aumento de la esperanza de vida (que se sitúa en 82,3 años, 4 más que en el año 2000) también ha permitido elevar la media del tiempo de jubilación hasta alcanzar los 18 años en la actualidad.
Estos factores económicos y demográficos explican que la pensión de jubilación haya crecido en Burgos un 26,6% en los últimos años y en plena crisis económica y que además se sitúe entre las más altas de España, aunque aún lejos de las que cobran los jubilados vascos, madrileños o barceloneses.
Factura. El cambio de tendencia no es nuevo, se viene produciendo de forma continuada en los últimos años y supone un incremento progresivo de la nómina mensual que paga la Seguridad Social a principios de cada mes. La última supuso el desembolso de 8.042 millones de euros a nivel nacional para el pago de un total de 9,21 millones de pensiones contributivas, entre las que se incluyen las de viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor de familiares, además de las de la jubilación. La factura prevista para para todo el año asciende a 112.102 millones de euros, un 3,26% más.
En Burgos se abonaron puntualmente el pasado mes las 86.610 pensiones contributivas en vigor, a una media de 899,68 euros por perceptor. Dentro de esta media hay que señalar que los 4.584 que cobran por una incapacidad permanente y los 57.007 jubilados pueden presumir ya de mileuristas, pues perciben 1.000 y 1.027 euros como promedio, respectivamente.
Detrás de las de la jubilación, las de viudedad son las pensiones más cuantiosas. En Burgos hay 21.759 beneficiarios que el pasado mes cobraron una media de 616 euros. En este ámbito no hay tantas diferencias entre altas y bajas. En julio hubo 85 entre las primeras y 80 salidas. Las nuevas pensiones de viudedad alcanzan los 712 euros como media, 188 euros más que cobraban los que han fallecido.