La reserva de bisontes y caballos ocupará de inicio 1.400 hectáreas

I.P. / Burgos
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Las previsiones son más ambiciosas y prevén llegar a las 4.000 hectáreas, como mínino . También se contempla la posibilidad de introducir uros, que son los antecesores de las vacas

Aspecto de los caballos Przewaski, especie que se pretende introducir en la comarca de Juarros, junto a los bisontes europeos. - Foto: DB

En torno a 1.400 hectáreas será la superficie inicial que se prevé para la reserva de bisontes y caballos Przewalski, proyecto promovido por la Junta de Juarros, comunidad de villa y tierra. Esos terrenos se corresponden con las zonas autorizadas, de momento, por los alcaldes pedáneos y los ganaderos que han mostrado su interés en la iniciativa, y se concentran en dos zonas: entre los núcleos de Monzoncillo y Salgüero donde se contabilizan unas 300 hectáreas, y  otras 1.000 hectáreas en Matanzas, monte comunal titularidad de todos los pueblos de Juarros.

Pero el proyecto es mucho más ambicioso, ya que el objetivo es llegar a ocupar entre 3.000 y 4.000 hectáreas como mínimo, apunta Benigno Varillas, asesor técnico del proyecto, que puntualiza que un caballo de Przewalski requiere 20 hectáreas por cabeza, más o menos lo mismo que un bisonte. En cuanto al número de animales  que inaugurarían la reserva, Varillas habla de entre 10 y 20 caballos Przewaski y una docena de bisontes europeos que irían a Matanzas, una zona que tiene poco pastizal, ya que mayoritariamente es pinar y cuenta menos a la hora de alimentar herbívoros.

Aunque Diputación, Junta y Ministerio de Agricultura están al corriente del proyecto, quedan pendientes reuniones oficiales para que esas instituciones le den su apoyo, imprescindible para preparar la documentación y elevarla a la Unión Europea, ya que antes de junio se pretende solicitar ayudas del programa de biodiversidad y desarrollo rural.

Aunque el proyecto no está presupuestado, Varillas maneja  unos cálculos previos, como  30.0000 euros para vallar 30 kilómetros, mientras que traer 100 herbívoros podría costar entre 60.000 euros. Los trabajadores contratados se instalarían en  cabañas de madera, alrededor de los pueblos, que también supone un coste importante.

El presidente de la Diputación valoró ayer muy positivamente este proyecto y mostró la disposición de la institución provincial a colaborar en el mismo. Explicó que conjuga dos cosas importantes: una se corresponde con el impacto visual de cara al turismo familiar y la otra, la posible promoción de la carne de uro, la otra especie que podría introducirse.