La cifra de beneficiarios del Banco de Alimentos se mantiene en 2015

G.G.U. / Burgos
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La recuperación no llega a los más maltratados por la crisis. La UE y el Gobierno han comprado el triple de comida para repartir en 2015 con el nuevo programa de ayuda FEAD

Los signos de la recuperación de la que se habla reiteradamente desde diversas palestras siguen sin apreciarse entre aquellos que más lo necesitan. Al menos, eso es lo que se desprende del balance semestral del Banco de Alimentos de Burgos, que revela que las cifras de entidades receptoras de comida así como las de los beneficiarios particulares son «prácticamente idénticas» en 2015 a las registradas en los seis primeros meses de 2014. Sin embargo, en lo que sí hay diferencia es en la cantidad de alimentos que han comprado la UE y el Gobierno a través del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y que el pasado 15 de junio empezaron a repartirse en toda España en la primera fase de este plan. Según datos oficiales, a Burgos le corresponden 218.640 kilos de comida, un 154% más que en el primer reparto organizado en 2014.

El Banco de Alimentos es la mayor receptora y distribuidora de comida no perecedera de la provincia porque no solo recibe excedentes de la industria agroalimentaria o donativos particulares que luego reparte a otras asociaciones y comedores sociales, sino que es una de las dos organizaciones a las que el Estado adjudica en Burgos el almacenamiento y reparto de los productos comprados mediante el citado programa Fead. La otra entidad es Cruz Roja Española.

De ahí que los trabajadores y voluntarios de estos colectivos tengan una percepción muy certera de la situación socioeconómica de las personas más maltratadas por la crisis. Y todos ellos coinciden: entre 2014 y 2015 hay pocos cambios. Y los datos corroboran las opiniones. Fuentes del Banco informan de que entre enero y julio han recogido 1.218 kilos de comida y han repartido 1.276 entre 105 entidades, con un total de 9.154 beneficiarios. «Las cifras de entradas y salidas son muy semejantes a las del ejercicio 2014 y las de beneficiarios prácticamente idénticas», explican. En Cruz Roja todavía no disponen de estadística oficial de este año, pero se basan en la de 2014 y explican que en el primer semestre hicieron 5.097 entregas de alimentos a 2.142 unidades familiares, que pueden ser desde uno a varios miembros por cada familia. «Por el seguimiento de los técnicos se aprecia que no existe una variación que nos llame la atención en cuanto al número de personas que actualmente están recibiendo alimentos», apostillan.

La delegación burgalesa de Cáritas, sin embargo, sí dispone de una estadística exacta que habla por sí sola. Entre enero y junio de 2014 socorrieron a 2.189 familias (6.104 personas) con un total de 10.520 entregas de artículos de alimentación. Un año después han sido 2.301 las familias atendidas (6.116 personas) y 10.818 las entregas realizadas. Estabilidad y, de estar produciéndose algún cambio, es al alza.

Menos destinatarios

Como ya se ha explicado con anterioridad, hace mes y medio que comenzó la primera fase del programa de ayuda a las personas más desfavorecidas que puso en marcha la Unión Europea en 2014, después de suprimir el reparto de excedentes alimentarios y de acordar con los gobiernos de los países miembros un nuevo plan para seguir ayudando en lo básico a quienes tienen más necesidad. Así surgió el FEAD, que consiste en mantener el reparto de comida, solo que ahora se compra ex profeso para ser entregada. La UE financia el 85% y el Gobierno aporta el 15% restante, de manera que se garantice una ayuda que, en España, este año será de 113 millones de kilos o litros de los siguientes artículos: arroz, tarritos y cereales infantiles, leche de continuación en polvo, garbanzos, alubias, leche entera UHT, aceite de oliva, conservas de atún, espaguetis, tomate frito, crema de verduras deshidratadas, galletas, botes de judías verdes y fruta en conserva sin azúcares añadidos.

El año pasado, el fin de la política de reparto de excedentes pilló un poco por sorpresa y el Gobierno habilitó una partida extraordinaria que permitió comprar 47 millones de kilos de comida, una cantidad que este año casi se ha triplicado. Y lo mismo ha ocurrido en el conjunto de Castilla y León y en las diversas provincias. En Burgos se ha pasado de los 85.742 kilos comprados en 2014 para la primera fase a los 218.640 del 2015. Un incremento que, sin embargo y a pesar de la realidad constatada por las entidades sociales, no se traslada al número de beneficiarios. En 2014, fueron 14.577 las personas que recibieron en Burgos los alimentos comprados por la UE y el Gobierno, pero en 2015 la cifra se ha reducido hasta las 10.821 personas.

Fuentes conocedoras afirman que esta situación no se debe a un cambio relevante de la situación, sino a que el FEAD ha obligado a los gobiernos a restringir los criterios para poder ser receptor de estos artículos.