El MEH disecciona en 80 piezas la relación humana con el reino animal

I.L.H. / Burgos
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'Bestiaria' repasa la representación de bichos y fieras a través de códices, grabados, esculturas, libros, esqueletos y figuras anatómicas. Desde las pinturas rupestres hasta la plastinación de órganos y la reconstrucción tridimensional

En la planta -1 del Museo de la Evolución Humana se ha construido un arca de Noé en el que en lugar de una pareja de cada especie hay un ejemplar de las distintas representaciones y recreaciones animales que el ser humano ha realizado desde la Prehistoria hasta nuestros días. En Bestiaria, la nueva exposición temporal, el MEHdisecciona el reino animal a partir de su relación con los seres humanos, desde la representación simbólica y mitológica al conocimiento científico pasando por la etapa de supervivencia, la domesticación y la convivencia entre humanos y fieras.

«La exposición ofrece una mirada que empieza en la tinieblas y acaba asomada al microscopio», resumía Ricardo Piñero, comisario junto a Ignacio de Gaspar, de una muestra que arranca con la reproducción de una pintura rupestre de Altamira creada en la oscuridad de una cueva y finaliza con la visión tridimensional que se puede hacer en el siglo XXI de piezas de laboratorio.

Las ochenta piezas se sustentan fundamentalmente en imágenes, grabados, códices, figuras anatómicas, libros, esculturas, esqueletos y piezas plastinadas que permiten analizar «la larga relación entre el ser humano y la Naturaleza a través de la forma en la que miramos a los animales», sugirió Juan Luis Arsuaga, director científico del MEH. De ahí que aparezca textos y libros de Aristóteles filosofando sobre el reino animal; seres mitológicos con capacidades divinas representados en bestiarius y beatos, gárgolas y monumentos religiosos; animales que protagonizan la narrativa oral o las leyendas; libros científicos que ilustran los avances en la zoología; expediciones científicas como las de Malaspina y Azara que documentan el hallazgo de nuevas especies; estudios sobre los cambios evolutivos del tipo a El origen de las especies de Darwin; animales disecados; libros de divulgación recientes; trabajos del zoólogo Ángel Cabrera; imágenes de microscopía electrónica de barrido; disecciones, etc.

«Es un viaje por el tiempo y el espacio que aborda el misterio y el enigma de la representación animal», añadía José Ramón Alonso, director general de Políticas Culturales de la Junta. Entre las piezas más significativas destacan una figura anatómica completa a tamaño natural y en madera de un caballo, el tórax de un potro plastinado, el esqueleto de un mono, los huevos de un pollo, el aparato circulatorio de una ardilla roja, un cordero con una cabeza y dos caras, la escultura en hierro de un rinoceronte que firma Cristino Díez y dos documentos como el de Ulisse Aldrovandi de 1640 o el Epifanio de 1587.

Convenios y colaboraciones

Bestiaria. El descubrimiento de un reino está organizada por el MEH y es la primera de las tres exposiciones que forman parte del convenio de 70.000 euros firmado con La Caixa y la Fundación Caja de Burgos. Las otras dos muestras de la colaboración llevarán por título Las montañas y Mar y Tierra.

Además de estas instituciones, participan en la muestra cediendo fondos la Editorial Siloé/Museo del Libro, el Instituto de la Lengua, el Museo Veterinario y la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca, el Museo del Instituto López de Mendoza, el Museo de Burgos, el Museo de Altamira, el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y colecciones particulares.