Nueve meses ha durado el programa Ciudad de Miranda XII, proyecto destinado a la formación del que se han beneficiado en este 2018 ocho mujeres de entre 25 y 61 años. Todas ellas recibieron en la mañana de ayer dos certificados que avalan las 1.350 horas de aprendizaje que han cumplido desde noviembre. Un tiempo gracias al cual han conseguido dos certificados de profesionalidad: uno para la atención sociosanitaria a personas en el domicilio y otro de limpieza de superficies y mobiliario en edificios y locales.

El programa ha contado con una subvención de 95.548 euros que han sido aportados por parte del Ayuntamiento y de la Junta de Castilla y León. Estas dos administraciones han colaborado en esta iniciativa de la que destacaron que el año pasado se consiguió una tasa de inserción en el mercado laboral del 75%, dentro del mismo curso.

En los nueve meses que ha durado esta experiencia, las integrantes se han formado en un campo en el que partían de un «desconocimiento casi total» y además tenían otra característica común que era que estaban «alejadas de la actividad laboral remunerada», se advierte desde el Ayuntamiento. 

En cuanto a los terrenos que han tratado tanto teórica como prácticamente, se explica que uno de los principales ha sido el de desempeñar la profesión de auxiliar de ayuda a domicilio, pero también ha habido otros como la colaboración con las familias o cómo intervenir en una atención domiciliaria o psicosocial dirigidas a personas con necesidades sociosanitarias.

Desde la parte beneficiaria del mismo, las integrantes se mostraron muy satisfechas por la formación que han recibido. «Hemos aprendido muchísimo», reconoce Mariangeles Pérez , una de las personas que se han acabado esta formación en este 2018. Una sensación en cuanto al cuidado de los ancianos pero también en la parte de limpieza.

«La verdad es que ha dado gusto porque hemos estado bastante tiempo aprendiendo», destaca Pérez, que añade que en este periodo han tomado «conciencia de lo que ocurre con la gente mayor porque cada vez vamos a más». Por este motivo, no esconden que para dar el paso al mercado laboral se sienten «esperanzadas» ya que es un sector en el que se necesita ayuda. En este sentido, ahora empiezan a moverse para poder acceder a un contrato laboral y para ello reconoce que en el programa han estado conociendo cómo está ahora el tejido asociativo en la ciudad vinculado al cuidado de personas.