El fiscal envía al juez el caso de las sedaciones al ver indicios de delito

I.E.-A.G. / Burgos
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La decisión se produce tras estudiar la información de los forenses. Sacyl denunció al ya exjefe de Medicina Interna tras decretar que 19 tratamientos no se ajustaron al protocolo

La Fiscalía de Burgos ha remitido  al Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos el caso de las sedaciones terminales que practicó el  que fuera jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), Juan Antonio Huidobro, en el último trimestre de 2014. Tras examinar la información remitida por los forenses el Ministerio Público ha observado indicios de delito, de ahí que remita al juez la tramitación de la denuncia.

Fue la Gerencia de Salud de Área de Burgos la que elevó en el mes de abril a la Fiscalía la denuncia, después de que la Inspección examinara todos los fallecimientos que se produjeron en Medicina Interna durante los últimos tres meses del pasado año.

La Consejería de Sanidad recibió ayer una nota de la Fiscalía de Burgos en la que informaban al Gobierno regional de que había dado traslado de la causa al juzgado. El consejero del área, Antonio Sáez, explicó a este periódico hace 3 meses que tras analizar especialmente los casos que habían sido atendidos por Huidobro se encontraron «con el hecho constatado de que, de los 21 casos atendidos con sedación terminal por este médico, 19 se realizaron sin adecuarse al protocolo». Fue la Inspección de Sacyl la que planteó que se iniciara un expediente disciplinario y que se enviara a la Fiscalía por si pudiera haber alguna responsabilidad penal.

La investigación de Sacyl se inició a raíz de la publicación en este periódico el pasado 13 de febrero del caso de un anciano que había ingresado en el servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario a consecuencia de una neumonía y a quien Huidobro aplicó una sedación terminal que no precisaba. La medicación prescrita por el jefe del servicio le fue suspendida por otro médico a instancias de la familia, que, además, no había dado su consentimiento para esta práctica.

Recuperación del enfermo

Así, este segundo doctor le quitó, a petición de la familia, los fármacos que le habían sido  pautados por el jefe de servicio para dormirle y enseguida recuperó la conciencia. En unos días el paciente siguió con el tratamiento prescrito para su enfermedad en el hospital, se recuperó y se marchó a su casa.

Este hecho fue conocido por el Comité de Bioética del Área de Salud de Burgos, quien elaboró un documentado informe con todos los pormenores y las declaraciones de los profesionales implicados -incluido el propio Huidobro- y lo presentó ante la dirección del centro, que lo trasladó a la Inspección, no en ese momento, sino varios días después de publicarse en este periódico. La Gerencia también apartó de la jefatura a Huidobro, encargando a un jefe de sección la organización de Medicina Interna.