¡Viva la Pepa!

J.C.O./ Aranda
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Pese al mal tiempo miles de arandinos participan en la primera jornada del Mercado Goyesco • La villa recrea la ocupación francesa, su papel pionero en la oposición a la invasión y en su adhesión a la Constitución de Cádiz

Tenso momento en que el ejército imperial despliega la bandera francesa en el Ayuntamiento ante la oposición de los lugareños. - Foto: diariodeburgos.es

L a capital ribereña ha retrocedido de un plumazo durante este largo ‘fin de semana’ dos siglos en el tiempo para rememorar, con el I Mercado Goyesco, su papel pionero a nivel nacional en la oposición a la invasión francesa y en su adhesión a la Constitución de Cádiz de 1812, conocida popularmente como ‘La Pepa’.

Con las diferentes escenas de los costumbristas cuadros del genial Francisco de Goya como telón de fondo, y con sus peculiar troupe de personajes salidos de los lienzos en una alocada animación callejera, el centro de la villa se han transformado en un surtido mercado de época con más de un centenar de puestos en los que se pueden adquirir un sinfín de productos que van desde artesanía de cuero, a embutidos y quesos, pasando por jabones, ambientadores naturales, bisutería, panes, dulces, golosinas, juguetes... o una ‘ilustrada’ concesión a uno de los platos gabachos por excelencia: las crêpes.

Pese al mal tiempo, que al menos dio una tregua por la tarde, miles de arandinos se lanzaron a las calles para curiosear entre los tenderetes y realizar alguna compra, degustar apetitosos productos alimentarios de producción artesanal, disfrutar con un extenso muestrario de aves rapaces y con los espectáculos de cetrería o entretenerse en el área recreativa donde además de juegos de ingenio los niños podían practicar técnicas de lucha, pegarse un viaje en la barca o en el rudimentario tiovivo o montar en burro o reír las gracias de los cómicos ambulantes.

Sin embargo, el principal atractivo de este mercado de época lo constituyen las recreaciones históricas gracias a la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo Militar de Burgos y Los hombres de Merino de Lerma, fielmente caracterizados del ejército napoleónico, y a la participación como figuración de medio centenar de arandinos pertenecientes a diferentes asociaciones teatrales y a otro tipo de agrupaciones festivas y etnográficas.

Tomando como base episodios reales que acaecieron en la villa ribereña en aquellos primeros años del siglo XIX, tras la llegada de las fuerzas imperiales, uno de los momentos más emotivos fue la ocupación del Ayuntamiento y el despliegue de la bandera francesa ante la airada oposición de los lugareños. A lo largo de todo el día los militares realizaron patrullas por el centro de la población, donde se produjeron escaramuzas, detenciones, lectura de bandos exigiendo pagos de impuestos, saqueo de casas, motines, represiones, requisitorias, para culminar por la noche con el apresamiento de las autoridades, el espectacular saqueo de la iglesia de Santa María y los fusilamientos.

El concejal de Festejos, Emilio Berzosa, se mostraba muy satisfecho por la respuesta del público y , muy especialmente, por la importante afluencia de visitantes de fuera de la localidad. «Elegimos el puente en previsión de que viniera turismo de fuera y las previsiones se están cumpliendo.La gente está muy animada y está participando con las recreaciones teatrales que están dando animación a la ciudad, un dinamismo en un fin de semana que si nos respeta el tiempo conseguiremos que sea un éxito», manifestaba.

 Ante la gran implicación de los vecinos en el mercado apostaba por mantener esta misma línea de cara a años sucesivos, desmarcándose de los mercados medievales de ediciones anteriores. «Este año hemos dado un giro importante en esta actividad para establecer una diferencia con el resto de mercados de época de alrededor de Aranda. Y en principio si la previsión es como la que hay, que la gente va participar, se va a animar y sale todo bien probablemente sigamos con este tipo de idea precisamente para generar un elemento diferenciador con el entorno capaz de atraer turismo», argumentaba el edil.

El mercado se prolongará aún hasta última hora del lunes, con una variada programación circense y escénica ambulante, en la que no faltan la música y la danza y en las que, al más puro estilo levantino, juegan un importante papel la pólvora y la pirotecnia.